23 de noviembre de 2011

Las fiestas de Fuenteliante

Las fiestas de Fuenteliante son, entre otras varias, de las primeras en celebrarse en nuestra comarca entrado el mes de septiembre. Últimamente solían superponerse con las de Bañobárez, motivo por el cual suelen, unos u otros, atrasarlas o adelantarlas según convenga. Vamos a transcribir hoy el relato de las celebradas en Fuenteliante en el año 1921, año en la que las tropas españolas estaban viviendo un verdadero "via crucis" en el avispero del norte de África.


Con bastante menos afluencia de forasteros que años anteriores, se han celebrado en este puebio las fiestas en honor de Nuestra Señora de Francia. Las corridas celebradas, en su generalidad, resultaron aburridas, pues ni el ganado dió el juego que era de esperar, ni los aficionados, Salvador, Puerto Rico y Fatigas, hicieron cosa alguna de mención.
En la última corrida verificada, fué donde lo pasamos menos aburrido, merced a los aficionajos de este pueblo, Cúchares, Angel, Domingo, Isidro y Daniel, quienes dieron nota de verdaderos aficionados, haciendo suertes de todas las marcas. El primero y el segundo pusieron unos pares de banderillas magistrales, y los dos últimos, unas verónicas, propiedad de la casa, con saltos de garrocha que, tanto el uno como el otro, midieron el largor del suelo de la plaza que fué una preciosidad. Con ellos alternó José Hernández, de Barruecopardo, el cual, de cuatro veces que se abrió de capa, dió tres con el santo suelo.
La nota simpática de la fiesta la dieron las jóvenes del pueblo, estas muchachas patrióticas, españoias de pura cepa, dejando a un lado el jolgorio propio de esos días, y tendiendo la vista a los sucesos lóbregos de Africa, concibieron la idea de celebrar la fiesta de la Bandera para allegar recursos a los heridos de Melilla, y lanzadas a la calle y provistas de un sin número de banderitas con los colores nacionales, pegando sablazos de bolsillo a cuantos encontraban a su paso; fué un día de emoción.
A los pocos momentos, no había ni una sola persona que en su pecho no ostentara el emblema de la Patria. Yo os felicito a todas desde estas columnas de EL ADELANTO, y os deseo que, como hasta aquí, conservéis ese corazón propio de la mujer española.
Entre los forasteros que concurrieron a la fiesta, recuerdo haber visto a don Bienvenido Moreno, culto abogado de San Felices de los Gallegos; don Virgilio Hernández y D Antonio Alaejos, farmacéuticos de Bogajo y Bañobárez; al ganadero D. Ignacio Rodríguez, de Vitigudino, y al propietario del mismo punto, D. Angel Sánchez; don Angel Vicente, propietario de Gema; D. Juan José García, de Bañobárez; D. Joaquín Garriga y D. Pedro H. de la Torre, de Ciudad Rodrigo; don Francisco Fuentes, de Cerralbo, y otros varios que me es imposible recordar.
El corresponsal.
El Adelanto, 20 de septiembre de 1921

Recordarán nuestros lectores que unos años antes con motivo de estas fiestas se organizó lo que luego se dió en llamar "motín de Fuenteliante" y del que ya hemos hablado en estas mismas páginas. http://tierracharra.blogspot.com/2011/09/el-motin-de-fuenteliante.html
.