24 de junio de 2011

Tarabilla común

Siempre me ha admirado esta pequeña ave. Sobre todo por la estrategía que sigue para alejarte de la zona donde tiene el nido. Si sitúa bien visible en un posadero cercano a tu posición, al tiempo que mueve rápidamente su cola y emite un ronco sonido (tsac-tsac) de llamada y aviso que parece un par de golpes de matraca, ese instrumento sonoro que se usaba en las Iglesias en Semana Santa cuando no se podían tocar las campanas (posiblemente de ahí venga el nombre con que en nuestra provincia se suele conocer a una variedad de matraca o tarraca pequeña). Cuando estás llegando a su altura, se aleja unos cuantos metros y repite sus llamadas de aviso y su "coleteo". Y asi sucesivamente hasta que te ha alejado lo suficiente para sentirse segura. En ese momento inicia su vuelo de retorno a la zona donde tiene su morada. Por eso suele ser relativamente fácil fotografiarlas. Aquí os presento un par de fotografías de una pareja. Como véis presentan dimorfismo sexual, siendo el macho más oscuro y con más colorido. En esta ocasión los dos miembros de la pareja colaboraron para alejarme de la zona, cada uno por un lado del camino.

Hembra

Macho

.