10 de julio de 2010

Actos del Bicentenario

Cientos de personas han asistido esta mañana al comienzo de los actos conmemorativos del Bicentenario del Sitio de Ciudad Rodrigo de 1810 ocurrido en el transcurso de la Guerra de la Independencia. Tal día como hoy, hace 200 años, el general gobernador de la Plaza D. Andrés Pérez de Herrasti hizo entrega de la ciudad al mariscal Ney, al mando del VI Cuerpo de Ejército francés. La ciudad estaba totalmente arruinada tras más de 70 días de sitio que concluyó con un balance, por parte de las tropas españolas, de 441 muertos, 994 heridos y 2.500 prisioneros que fueron trasladados a Francia. Por su parte, las tropas francesas sufrieron cerca de dos centenares de muertos y más de mil heridos.

En los actos ha participado una compañía del Regimiento de Ingenieros y Zapadores con sede en Salamanca dirigidos por el General de la División Noroeste Jefe de la Fuerza Logística Operativa.
A las once de la mañana el general Juan Enrique Aparicio pasó revista a las tropas formadas en la Plaza de Herrasti. Acto seguido se procedió al izado de banderas. A los sones de los respectivos himnos nacionales, cuatro soldados vestidos de época, izaron las enseñas nacionales de Francia, Portugal, Reino Unido y España, que fueron los países protagonistas de la contienda que desde 1808 hasta 1814 enfrentó a los aliados (España, Portugal e Inglaterra) y al ejército francés de Napoleón.


Seguidamente, la Coral del Bicentenario, interpretó el Himno de Ciudad Rodrigo. A continuación, las autoridades presentes se acercaron a las inmediaciones del monumento a Don Julián Sánchez el Charro, donde en un muro situado frente al lugar donde se abrió la brecha se procedió a descubrir una placa conmemorativo en recuerdo de los defensores de la plaza.

Tras una alocución por parte del alcalde de Ciudad Rodrigo se procedió al homenaje a los caídos, depositándose dos coronas de laurel en el Monumento a los defensores de Ciudad Rodrigo situado en el centro de la plaza, al tiempo que los soldados entonaban "La muerte no es el final del camino". Tras producirse una salva de disparos de fusil, las autoridades se trasladaron a la vecina Plaza de San Salvador don presidieron el posterior desfile de la Compañia de Zapadores del Ejército que había participado en este homenaje.