6 de marzo de 2014

Una poesía de Fray Diego

Hace un par de días hablábamos en estas páginas de fray Diego Tadeo González (Delio). La verdad es que personalmente no me gusta este tipo de poesía. Me refiero no solo a la de este ilustre mirobrigense, sino también a la de sus coetáneos. No obstante vamos a colocar aquí una pequeña muestra de ella.
Ilustración publicada en 1817
en las obras de Fray Diego

A UNA SEÑORA QUE SE QUEJABA
DE QUE HUBIESE TRATADO A OTRA ANTES
QUE A ELLA


Si un Caminante penara
de sed, y junto al camino,
por acaso peregrino,
una fuentecilla hallara,
y no siendo la mas clara
el agua, bebiera aquí,
aunque no lejos de allí
otra mejor agua hubiera,
estrañaras que bebiera?
Pues esto me pasa a mí.

Si un infeliz naufragara,
ya una tabla que encontrase
gustoso la mano echase,
y así la vida salvara;
hubiera quien lo extrañara,
ni juzgara frenesí
porque tal vez por allí
pasar un barco pudiera,
que al puerto le condujera?
Pues esto me pasa a mí.

Yo soy aquel Caminante
a quien la sed desalienta
y en amorosa tormenta
soy infeliz naufragante.
Ya os he dicho lo bastante
en comparaciones dos.
Hablad , Señora , por Dios,
que ese silencio me abrasa.
Esto es lo que a mí me pasa.
Decid lo que os pasa a vos.