9 de febrero de 2013

Elecciones municipales



En noviembre de 1905 Villavieja, como todos los pueblos españoles estaba inmersa en un proceso electoral que en nuestro pueblo resultaba bastante interesante dadas las circunstancias de lo acontecido en los años previos, con la intervención del Gobernador Civil y del Consejo de Ministros destituyendo al Alcalde y parte de los concejales, así como al Secretario.

Veamos una carta publicada en "El Castellano" (diario de la mañana)  el 9 de noviembre de 1905. Este díario estaba dirigido por don Candido Rodríguez Pinilla, de tendencia netamente liberal y progresista. La carta la firmaba "Pepe Garzón".

Las elecciones municipales

Con actividad y energía se trabaja en esta villa por todos, para obtener el triunfo en la próxima lucha electoral; no es ésta una lucha de clases, ni de partidos políticos, sino continuación de la que desde hace cuatro años se halla entablada, entre el caciquismo y la libertad, entre los que pretenden que el pueblo se estacione y siguiendo la tradicción obedezca sumiso y sufra resignado la más absurda servidumbre, y los que aspiran, siguiendo las ideas modernas, á romper las cadenas que les aprisionan, haciendo que cada uno intervenga en los asuntos comunes en armonía con los derechos que las leyes les conceden.Como la luz que se aproxima á extinguirse lanza intensas llamaradas, el caciquismo en este pueblo, comprendiendo su derrota, se revuelve airado gastando en impremeditadas y violentas reacciones las pocas energías que le quedan; lucha desesperadamente, pero su vida tiene que ser corta; trata de imponerse por el terror, empleando a la desesperada, cuantos medios le sugiere su imaginación calenturienta, sin comprender que su existencia no se concibe, ni puede tener arraigo en los pueblos que como éste, son serios, instruidos e independientes.

Pepe Garzón, Villavieja 7 Noviembre 1905.

Curiosamente, también en El Adelanto se publica algo por estas fechas referente a las mismas elecciones. Este es el texto:

De política local..., pues no sé nada. Faltan pocos días, según leo, para las elecciones municipales y ni oigo rumores de lucha ni sé que se ande en cabildeos. Verdad es que tengo yo el defecto (que tal sería si quisiese actuar de repórter) de no inquirir ni fisgonear acerca de estas cosas. Pero aún con eso, en otras ocasiones como estas, algo había ya trascendido al público. ¿Será que se habrán entendido los bandos contendientes para evitar la lucha al pueblo  ¿Será que se van apagando los ardores bélicos que sentíamos otros años? ¿O bien que estas cosas van produciendo ya el hastío y el cansancio? De todos modos, la situación es esta; y si de ella ha de venir la paz, bendita situación que va a permitir a nuestros munícipes futuros (si se buscan con energías para ello), trabajar por y para bien del pueblo en cosas mil, como arreglo del piso de las calles, acerado, desagüe de los lavaderos, etc.  etc. Paz, paz, es lo que el pueblo desea y pide, pero paz animosa y activa; "no la paz que dicen octaviana y que frecuentemente se traduce por paz indolente y apática.