Calle Camino de la Dehesa
No todo van a ser construcciones antiguas. En este caso traemos un edificio de relativamente reciente construcción. El arbusto con las flores de color rojo hace un conjunto realmente bonito.
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La benemérita del puesto de Villavieja da cuenta de haber ocurrido en el pueblo de Bañobarez una sangrienta reyerta á causa de estar efectuando trabajos electorales los bandos en que se halla dividido. A consecuencia de la reyerta resultó herido Eulogio González Rodríguez por arma de fuego. Esta lesión la tiene en el pecho, habiendo quedado alojado el proyectil. Su estado es gravísimo. Mariano Estévez recibió un tremendo garrotazo en la cabeza; su estado ha sido calificado de pronóstico reservado El Juzgado municipal comenzó á practicar diligencias en tanto llegaba el de Instrucción de Vitigudino, que fué avisado. Después de haber tomado declaración á varios vecinos, fueron detenidos y trasladados á la cárcel de Vitigudino, Casimiro García Estévez, Miguel Hernández, Domingo Román García, Joaquín de la Cruz Agudo, don Inocencio Mateos Hernández y don Octavio Martín Hernández. En Bañobárez reina gran excitación, temiéndose que vuelvan á ocurrir sucesos de esta índole.
Nuestro corresponsal en aquella villa nos ha enviado detalles sobre la distribución de las 500.000 pesetas correspondientes al premio cuarto de la lotería de Navidad, con que la capital del partido y algunos pueblos del mismo han sido favorecidos. El reparto del billete había sido hecho en muchas y pequeñas fracciones, por lo que numerosas familias, entre ellas, muchas poco acomodadas, están de enhorabuena. Persona ha habido que solo llevaba en el billete premiado una participación de quince céntimos y otra de cinco. He aquí una lista, aunque no completa, de los favorecidos por la suerte:
- Don Julio Sánchez, abogado, Alcalde de Vitigudino y poseedor del billete, 50.000 pesetas.
- Juez de Primera instancia, 5.000 idem.
- Fiscal municipal, 12.500 idem.
- Don Manuel García Cid, diputado provincial, 2.500 idem.
- Señor Gutiérrez, diputado provincial, 7.500 idem.
- Señor Ledesma, abogado, 2.500 idem.
- Señor Peñato, comerciante, 10.000 idem.
- Cuatro sacerdotes, a 2.500 pesetas cada uno, 10.000 idem.
- Otro sacerdote, llamado don Elias. 4.000 idem.
- Don Olegario Sánchez, 2.500 idem.
- Don Manuel Sánchez, 7.500 idem.
- Don Hipólito Vicario, 1.250 idem.
- Señor Sansegundo, procurador, 12.500 idem.
- Señor García Cid, procurador, 5.000 idem.
- Doña Engracia Delgado, 2.500 idem.
- Don Luis de la Cruz, 2 500 idem.
- Señor Mendivil, 2.500 idem.
- Don Mariano G. Criado, 1.500 idem.
- Señorita Elvira Sánchez, 2.500 idem.
- Señor Bringas, novio de la anterior, 2.500 idem.
- Concha la modista, 1.250 idem.
- A tres serenos, 2.500 idem.
- Bernardo Iglesias, 1.500 idem.
- Ezequiel Martín, 1.500 idem.
- Vicente Gallego, 500 idem.
- Patrocinio Morales, 500 idem.
- En la fonda de La Forja, 1.500 idem.
- Pedro Cenizo, 5.000 idem.
- Señor González, escribano, 2.000 idem.
- La Basilisa, 500 idem.
- Juan Víctor, 5.000 idem.
- Señor Tomás, el carretero; 2.500 idem.
- Gonzalo Martín y hermanos, 2.500 idem.
- Toribio Cuadrado (por cinco céntimos), 25 idem.
- El maleta Carnero, 125 idem.
- Un albañil de Bogajo (por 15 céntimos), 75 idem.
- Diego Alonso, 250 idem.
- El Registrador de la Propiedad, 2.500 idem.
Un rasgo digno de ser publicado. El joven Juan Victor Alonso, que jugaba 10 pesetas en el billete premiado, quiso dar una participación de 5 pesetas al telegrafista señor Ballesteros, en el mismo día del sorteo. Precisamente, cuando se le hacía esta proposición, el digno funcionario acababa de recibir el telegrama en que se daba la noticia de que el número 1305 en que se le brindaba participación, había obtenido el cuarto premio de 500.000 pesetas. Por eso dio las gracias a su amigo, añadiendo que preparase la bandeja con los dulces, pues pronto iría a tomar uno y a felicitarle; pero que no podía aceptar su ofrecimiento, porque en aquel momento acababa de saber que el número en que jugaba había sido agraciado con el cuarto premio. Este rasgo de honradez es digno de alabanza.
Nuestro particular amigo, don Manuel Sánchez, favorecido también por la suerte, nos escribe de igual modo detalles del reparto, que no publicamos por coincidir con los anteriores.
UN ALCALDE Y UN PUEBLO FELIZ
La coincidencia de haber sido el alcalde, don Julio Sánchez, el encargado de tomar un billete para repartirlo entre el pueblo que tan dignamente rige, y ser éste el número 1.305, premiado con el cuarto premio del sorteo de Navidad, hace que la atención de la provincia se fije hoy por completo en Vitigudino, villa harto conocida para los asiduos lectores de las crónicas del festivo Taboada, y en absoluto desconocida y olvidada hasta el presente, y por desgracia, en todo lo que se refiere a la vida de relación y de progreso.
Es Vitigudino un pueblo pintoresco de la provincia de Salamanca, que por su admirable situación geográfica, la no escasa producción de su suelo y la índole apacible de sus habitantes, hacen de él un rinconcito agradable y simpático. Pero todas estas que, indudablemente, serían ventajas con las que no podrán contar muchos pueblos comarcanos, quedan completamente anuladas al tropezar con la apatía que hasta aquí han tenido las personas, dignas, dignísimas por otros conceptos, que le han representado; el abandono é inercia de los vecinos pudientes de la localidad, y, más que nada y sobre todo, el caciquismo y la política callejera que, como en ninguna parte, impera en toda esta región castellana.
Bien sabe Dios que, al citar todas estas deficiencias que noto en mi pueblo, es por el cariño que le profeso y el firme deseo y confianza que abrigo de su regeneración y desenvolvimiento progresivo. Hoy, que nos representa en Cortes el laureado autor de La reina y la comedianta y de Nerón, cuya buena estrella parece haberse aquí dejado sentir; que tenemos en la provincia, como representantes también, los ilustres letrados señores García Cid y Gutiérrez y, por fin, un alcalde que con tan buenos auspicios se ofrece a su pueblo, justo es esperar no desaprovechemos la suerte que se nos brinda, y saliendo de la apatía y marasmo a que estamos reducidos, demos inequívoca prueba de ser un pueblo laborioso y amante de la cultura y el progreso. ¡Feliz despedida del siglo XIX y feliz, felicísimo augurio del siglo XX se ofrece hoy a los vitigudinenses.
FERNANDO DEL ARCO Y ELIAS.
En el Gobierno civil recibióse ayer un telegrama del comandante del puesto de la guardia civil en Bogajo, dando cuenta de que, en la casa del vecíno del mismo, Miguel Martín, habíase intentado cometer un robo, comenzando a practicarse un escalo, y que en el corral de la misma había aparecido el cadáver de un hombre.
De las declaraciones posteriores dadas por referido comandante, se deduce que Juan Puente Vázquez, Agustín Martin y Eugenio Alvarez, los dos primeros naturales de Bogajo, de Cerralbo el último, y todos avecindados en la primera localidad, pusiéronse de acuerdo para robar la casa de Miguel Martín, penetrando en el corral de la misma sobre las doce de la noche del 12 del actual y comenzando a practicar un escalo.
Estando efectuándolo, debió ocurrir entre ellos alguna desavenencia, que degeneró en riña sangrienta, de la que resultó muerto Juan Puente y herido otro de los reunidos. Han sido detenidos los dos criminales y no parece que haya más compilcados en el hecho.
El señor Gobernador civil ha ordenado a los dependientes de su autoridad procedan con la mayor actividad a depurar la verdad de lo ocurrido y dispuesto que algunas parejas de la guardia civil salieran esta mañana para el pueblo de Bogajo.
El Lábaro, 14 de Marzo de 1900
En el lugar de Bogajo, Obispado de Ciudad Rodrigo, a catorce de marzo de mil novecientos, yo, don Adolfo Sánchez Vicente, Cura párroco de esta Iglesia de Nuestra Señora del Peral, mandé dar sepultura eclesiástica en el cementerio de este pueblo al cadáver de Juan Puente Vázquez, natural y vecino de este pueblo, de cuarenta y tres años de edad, consorte de Emilia Herrero Arroyo que falleció el día trece del mismo mes a las tres de la mañana a consecuencia de dos heridas penetrantes de pecho producidas por arma de fuego, según certificación facultativa, habiendo recibido los sacramentos de Penitencia y Extremaunción. Fueron testigos Urbano ¿Vindez? y Eduardo Herrero de esta vecindad. Y para que conste autorizo la presente fecha ut supra.
Hace tres o cuatro días que tuvo lugar la fiesta anual del pueblo de Fuente de San Esteban, con cuyo motivo se corrió en aquel pueblo una novillada. Antes de comenzar ésta y cuando se encerraban los toros, un hombre quiso coger cerdas de la cola de aquellos, pero al verificarlo uno de los bichos le embistió dejándole en tan gravísimo estado que según nos manifiestan murió al siguiente dia.
No obstante, preceder tan desagradable ocurrencia a la corrida, esta se celebró lidiándose los bravos toros del pais por aficionados de esta localidad.
El domingo último, después de haber oído misa S. A. R. la Infanta doña Isabel en la Iglesia de Santa Eulalia, se dirigió a la estación del ferrocarril para encaminarse más larde a la frontera portuguesa (Barca de Alba) y aceptar en Olmedo, el almuerzo a que la había invitado la Diputación provincial.
En el mismo tren en que tomó asiento S. A., se colocaron la condesa de Superunda y los marqueses de Nágera, los Gobernadores Civil y Militar, el Presidente de la Diputación Sr. Torroja, los diputados provinciales Sres. Esteban, Herrero, Gil, Rodríguez Yagüe, Sánchez Mata, Calvo, Fernández Vicente, Angoso, Orea (D. Ramón) y Sánchez López, el director de la línea M. S. Sr. Hernández Iglesias, el Comandante de la Guardia civil, el conde de Lumbrales, el Jefe de la explotación de los ferrocarriles S. F. P. y M. S., el Vizconde de Garcigrande, D. Fernando Maldonado, el Secretario del Consejo de Administración del ferrocarril S. F. P., el teniente de la Guardia civil del puesto de Peñaranda de Bracamonte, etc. etc.
En una pradera de la dehesa de Olmedo, sitio elegido ad hoc y en el que se disfrutaba de una temperatura agradable gracias a la sombra que proyectaban numerosos y robustos robles, se había colocado la mesa destinada a servir el siguiente menú:
- Paella.
- Langosta Salsa a la vinagreta.
- Lengua a la escarlata.
- Ponche a la Romana.
- Jamón dulce.
- Entremeses
- Postres.
- Vinos: Burdeos, Jerez, Oporto, Champagne.
- Café
- Tabacos.
En un tren especial llegaron hasta Olmedo, a fin de cumplimentar a S. A. R. dos caballeros del ejército portugués, altos empleados del ferrocarril Miño-Douro, los cuales tuvieron el honor de almorzar con la Infanta doña Isabel, así como también el Alcalde de Olmedo.
El banquete fue servido por la casa de los señores Ansede y compañía de esta ciudad
Apenas terminó el almuerzo, a la una de la tarde, se emprendió nuevamente la marcha con dirección a la frontera portuguesa.
Antes de continuar debemos de hacer constar que las noticias que llevamos apuntadas son de referencias, pues por circunstancias que no son al caso mencionar, los representantes de los periódicos, se hallaban ya en Barca de Alba cuando la Infanta doña Isabel y su comitiva partían de la estación de Salamanca.
A las dos y media de la tarde se detenía en el puente internacional el tren especial en que visitaba S. A. R. las obras del ferrocarril S. F. P., ramal de Barca de Alba.
La llegada de S. A. fue saludada con entusiastas vivas, disparándose infinidad de voladores durante su permanencia en aquel punto.
Las autoridades locales de Barca de Alba y el personal de la estación del ferrocarril cumplimentaron a S. A. que permaneció quince minutos en el estribo del puente contemplando el magnífico panorama que desde allí se divisaba.
Era tal el calor que se sentía en Barca de Alba que si se hubiera allí permanecido algunas horas se habría corrido el riesgo de morir asfixiado, pues no faltaron momentos en la respiración se hizo difícil.
El Sr. Hernández Iglesias, previa consulta hecha a S. A. nos invitó a regresar a Salamanca en el tren especial en que ellos hacían el viaje,
Próximamente a las tres de la tarde partía este con dirección a Lumbrales en cuya estación se detuvo cerca de media hora.
El conde de Lumbrales, D. Ricardo Pinto da Costa, ofreció a S. A. un excelente Lunch, que fue aceptado por la egregia dama y del que disfrutamos los demás expedicionarios.
Creemos excusado detenernos a detallar el buen gusto y la esplendidez del conde de Lumbrales: todo el mundo sabe que Don Ricardo Pinto da Costa es un caballero a quien le gusta hacer bien las cosas, sin que omita-sacrificio de ningún género a fin de lograr aquel objeto.
Los dos hijos del Sr. Pinto da Costa y su hijo político el Sr. Gallardo obsequiaron a los concurrentes con afectuosa solicitud.
El lunch fue servido por la casa Lhardy de Madrid. S. A. R. estuvo viendo bailar unas danzas de hijos del país, mientras lomaba una taza de café en el andén de dicha estación.
A las ocho regresaba la Infanta doña Isabel y. las personas que componían su comitiva a la estación de esta capital.
Por mandado de S. A. el marqués de Nágera entregó 200 pesetas al párroco de Olmedo y otras 200 al de Lumbrales, para que las distribuyeran entre los pobres de los respectivos pueblos.
Terminaremos estas líneas demostrando nuestro especial reconocimiento al Gobernador civil por las deferencias que tuvo con la prensa.
Hace unos días se celebró en Villavieja la fiesta tradicional del pueblo en donde no faltó la correspondiente capea para la que, seguramente, daría permiso el Gobernador Civil de la provincia. Pero ese permiso no exime al Alcalde de la responsabilidad en que incurre por no adoptar las medidas consiguientes para garantizar la tranquilidad de los vecinos que no tomaron parte en estas bullanguerías.
Según nos informan, al hacer el encierro del ganado que se habia de lidiar, se desmandó una vaca y en su desenfrenada carrera por salir al campo, se tropezó con la señora Pelagia Montero, viuda de Mateos, a la que volteó causando la muerte a las pocas horas, salvándose milagrosamente su nieta, niña de corta edad, que le acompañaba.
Si a la res desmandada le hubieran seguido algunos jinetes o se hubiera hecho alguna señal que indicara el peligro al vecindario, se podía haber evitado la desgracia que hoy afligió a la familia de la finada.
De justicia es que se le siente la mano a esos Alcaldes despreocupados que no se ocupan más que de la política menuda creyéndose señores feudales en los pueblos que tienen la desgracia de sufrirlos.
El Juzgado de Vitigudino, formará las diligencias y el Gobernador Civil, procurará informarse de lo ocurrido, aún cuando ya ae estarán moviendo caciques y caciquillos para enterrar el asunto, como se ha hecho con la interfecta.
Dios haya acogido en su seno a la infortunada Pelagia a cuya familia enviamos el testimonio de nuestro más sentido pésame.
La Iberia
Ciudad Rodrigo, 13 de Octubre de 1917
En el vecino pueblo de Fuenteliante, ocurrió el sábado próximo pasado una sensible desgracia: se encontraba un pastor cuidando de su rebaño en las inmediaciones del pueblo y próximo a donde se encontraba, se desprendió un cable de alta tensión de la Hidroeléctrica, matando una oveja; el pastor se acercó al cable recibiendo tan fuerte descarga que quedó muerto en el acto.
El día 5 tuvo lugar en Aldeadávila de la Ribera, la boda de su ilustrado médico, don Daniel Martín, con la bella señorita Manuela Vicente, sobrina del cardenal Herrera, siendo apadrinados por los hermanos del novio, Urbano y su discreta esposa. La asistencia, tan selecta como numerosa, fué proporcionada á la calidad de los contrayentes y á las muchas simpatías con que cuentan en la comarca. Como nota saliente y típica, cito el baile de la rosca, admirablemente bailado por la simpática hija del difunto señor Barrera, y el célebre Rondiche, el mejor bailador de la ribera del Duero. Eterna luna de miel deseamos á la joven y enamorada pareja.
Designado para esta Notaría, ha tomado posesión de la misma, el distinguido notario don Tiburcio Ávila González, cuya sencillez y discreción han producido el mejor efecto. Sea bien venido.
La emigración continúa in crescendo, saliendo a diario grupos de 30 y 40 personas, ante la terrible perspectiva del próximo invieruo, que será de hambre, si no empiezan pronto las distintas obras proyectadas. El labrador, hecha su sementera, si encuentra semilla para efectuarla, vivirá con la esperanza de la próxima cosecha; al obrero no le queda ni aun eso, y por lo mismo emigra.
Se nota gran movimiento en este pueblo con motivo de las próximas fiestas, esperándose un buen contingente de forasteros a presenciar la corrida del día 13, en la que será muerto a estoque un hermoso toro de la conocida ganadería de los Mellizos, de Villavieja.
El Adelanto, 12 de Septiembre de 1908
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Yo no cambio la plata argentina
que embolsa el logrero,
ni el oro a millones
que ofrece el comercio,
ni coronas de joyas artísticas,
ni ricos trofeos,
homenajes, jardines, estatuas,
ni el confort de palacios espléndidos
que pisan los ricos
por la Ermita del Humilladero,
sombreada de verdes parrales,
rodeada de prados y huertos,
arrullada por la algarabía
de finos gorgeos
con que ensalzan y aclaman por Reina
a la Virgen de Caballeros
los pardales grises
y los tordos negros.
La Ermita aldeana
que culmina en la altura del cerro,
donde rezo una salve a la Virgen
que me llena de paz, de consuelo,
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Saturnino Galache, "Charras", 1915
Invitación
Por la guardia civil del puesto de Lumbrales ha sido detenido y puesto á disposición del juez instructor de Vitigudino, el vecino de Fregeneda Lorenzo Corral Olivera,
como autor de la tala de 400 parras, cuatro manzanos y dos higueras, de la propiedad del secretario de aquel juzgado municipal, don Antonio Pérez Aires.
Pocos días antes, el 7, se hizo una visita por la Junta local convocada a ese efecto por el alcalde, a la escuela nocturna de adultos, en la que se celebró una especie de examen de ingreso de los alumnos, comprobándose que ya no los hay enteramente analfabetos como se veían algunos en otros años. Los de hoy, aunque con grande variación como es natural, se ve que aprendieron de niños lo indispensable, yendo ahora a recordarlo y ampliarlo, y hay varios a quienes ni siquiera una falta ortográíica pudo notárseles en un párrafo difícil que escribieron entonces al dictado. Esto da idea de que la instrucción se va abriendo paso, y lo corrobora el hecho de ser mucho mayor el número de aspirantes que el de admitidos, y que haya varios que a falta del maestro oficial, los hayan buscado particulares aunque no titulados, entre los que saben más que ellos, para que de un modo útil y agradable les ayuden a pasar estas larcas veladas del invierno. A los de aquella noche se les estimuló a proseguir con constancia y ardimiento, y después de las gracias que dió el maestro, se les prometió volver de vez en cuando para comprobar sus progresos.
El Adelanto, 18 de noviembre de 1911
Un motín. Guardia herido. En el cuartel de la Guardia civil se recibió ayer un telegrama dando cuenta de que los mozos del pueblo de Fuenteliante se habían amotinado. Aunque de un modo positivo no se saben las causas, se cree, sin embargo, que el motín está relacionado con una corrida de toros que habia de celebrarse en dicho pueblo.
El alcalde, vista la actitud poco tranquilizadora de los mozos, reclamó el auxilio de la Guardia civil. Los ánimos se excitaron más, y se trabó entre guardias y paisanos una lucha, en la que éstos, armados de palos, acometieron a la benemérita, resultando un guardia herido. Con este motivo el teniente coronel señor Maranjes, salió ayer mañana para el punto de la ocurrencia, acompañado del capitán de la compañía señor Corral y de tres parejas. No se tienen más detalles.
El Adelanto, 12 de Septiembre de 1908
SUCESOS PROVINCIALES
El motin de Fuentellante.-Alcalde detenido.
Como digimos en el número de ayer, en el pueblo de Fuenteliante, se produjo dias pasados un motín, en el que fué herido un guardia civil. El teniente coronel señor Maranjes, que salió de esta ciudad para aquel punto con alguna fuerza, hizo algunas diligencias para averiguar lo ocurrido. De todo ello resultó el ordenar la detención de diez individuos vecinos del pueblo de Olmedo, entre los que figuran el alcalde y el síndico del Ayuntamiento de este pueblo por ser a ellos a quienes se acusa como promotores del motín. El guardia herido sigue mejorando, no inspirando su estado ningún temor. El señor Maranjes y la fuerza que á su mando fué á Fuenteliante han regresado á esta ciudad, quedando en aquel pueblo todo tranquilo.
Se han reanudado ya las obras públicas paralizadas casi del todo en el verano. Falta hacía, porque no basta con empezarlas, y es mucho todavía lo necesario. Actualmente vemos barreneros por las calles quitando peñas que obstruían el paso, y en los caminos y avenidas próximas al pueblo hombres cuyo empleo es desecar pantanos y charcos, abrir cunetas de saneamiento, allanar desigualdades del terreno, etc. Dicese por unos, que esto es premiar á jornaleros que dieron sus votos al alcalde ó al actual Ayuntamiento, y por otros, que especie de socorro a los necesitados en previsión de las escaseces que deberán de venir en el invierno. Lo último en todo caso sería laudable; pero sea por lo que sea, la cosa en sí es buena, y ojalá que los fondos no se agotasen ó se arbitrasen otros para proseguir, porque son muchas las obras necesarias, y ellas han de redundar en bien del público que paga y del buen nombre del pueblo. Este á lo que aspira ó debe de así iirar, es á que en eso siga las huellas del actual el Ayuntamiento que ha de regirle en el año próximo.
El corresponsal
El Adelanto, sábado 18 de noviembre de 1911
Estampas de España.
Los Porches del Corrillo
Rasgado el arco de San Martín, sin la escalerilla típica, los porches del bien amado Corrillo salmantino continúan siendo el último refugio de la escolaresca. ¡Viejos colmados del Fraile y de la Obdulia, cuánto sabéis vosotros de los holgorios estudiantiles, cuando el dinero de la mesada, mil veces hurtado a la patrona, riñe su batalla para salir del bolsillo! Vinillo claro de los Villares, plato sabroso de picadillo, hornazos y empanadas recientes. Y después, la excursión a Tejares, los mesones solitarios de las Barcas, el río espejándose en los olmos polvorientos y centenarios de las orillas; la mirada de la moza prometedora que sabe dar alegría para todo el día. Excursiones que en el Corrillo empiezan y rematan en el Corrillo; pegotes barrocos que en-rinchan la iglesia de San Martín; porches que conocieron los devaneos de Don Diego de Torres y Villarroel y las estadas de los pícaros hartos de la sabiduría rugosa de los libros, el Corrillo salmantino es hermano del Potro cordobés y del Zocodover toledano.
Pocas estampas salmantinas de trazo más claro y de relieve más saliente. En esta plaza ya crece la hierba cuando la ciudad anda dividida en bandos y el pobre San Juan de Sahagún no da paz á la mano y á la lengua tratando de volver la tranquilidad a los espíritus. Muy siglo XVI, esta plazuela, cuando la fábrica románica de San Martín no conoce aditamentos y pegaduras de épocas posteriores, en ella se celebran las francachelas de los grados y la buena suerte de los favoritos en escalar rejas y besar doncellas á hurtadillas. En el XVII sigue la tradición de sus colmados y tabernas, de sus callejones accesorios y de sus rincones ocultos á la mirada de los ociosos. En el XVIII, con D. Juan Meléndez Valdés, solterón y siempre acompañado de la sobrina pacata que conociera Jovellanos, el Corrillo continúa siendo, además del acceso natural a la Rúa que pone en relación el Centro con la Escuela y el paraje más corto para el Colegio del Espíritu Santo de los Hijos de Loyola, el lugar frecuentado por los arcades que van á oir los discursos y alegatos forenses de Don Juan al final de la plazuela y descienden luego las escalerillas, para saludar al clérigo catarroso de D. José Iglesias de la Casa, que vive en la Plaza, á la misma vuelta. En el XIX, los amigos de Toribio Núñez se reúnen bajo los soportales para romper el medallón de Fernando VII, y los de Sánchez Ruano y Rodriguez Pinilla —auxiliados por los carboneros de Matilla de los Caños— vigilan á los carlistas en días de revueltas electorales. Y en el XX, la misa de doce de San Martín, oída por las bellas, borda los mejores ensueños estudiantiles al cobijo del arco que se rasgó.
E! Corrillo salmantino, más grabado en la memoria de los mozos que el encaje plateresco de su escuela, es, para los que han estudiado y amado en Salamanca, el paraje que más gratamente se recuerda. Hace años, yendo nosotros al frente de una tuna por los pueblos del Norte, el alcalde de Bilbao nos recordaba, con emoción sincera, los figones del Corrillo. Y ellos y el café de la Perla, y los billares del Pasaje, y el picadillo de Tejares, y los bailes domingueros, á la calda de la tarde, de Villares y de Aldealengua, ocupaban en su espíritu un lugar al lado de las lecciones de los Arés y de los Dorado, de los Unamuno y de los Gil Robles. Una tempestad de aplausos de los muchos resonaba en el hall del Municipio bilbaíno cuando el alcalde terminó de evocar su juventud. Exaltemos el Corrillo; los cronistas oficiales, que vegetan entre infolios amarillentos á espaldas de la vida, desconocen el Corrillo, acaso porque nunca han tenido juventud. Al lado del goce de las piedras de oro de los palacios y de las casonas hidalgas, hay que conocer un poco el vinillo nuevo del Fraile para gustar del hechizo de aquella ciudad, que enhechizaba á Miguel de Cervantes, amigo de las algaradas de los patios y de las aceitunas sabrosas y del vino del Guadalcanal de las tascas y de los figones.
José SÁNCHEZ ROJAS
Nuevo Mundo, 5 de Julio de 1929