31 de julio de 2011

Cristo crucificado

"Cristo crucificado" remate superior de la fachada principal de la Catedral Nueva de Salamanca. Fotografía publicada en la sección " España artística y monumental" de la revista "La Actualidad del mundo" de fecha 5 de Octubre de 1929.

Fachada de la Catedral de Salamanca (Fot. Javier Carro, Wikimedia Commons)

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30 de julio de 2011

"Reinaré en España..."

Fotografía de una placa de porcelana con el famoso lema referido al "Corazón de Jesús" y que se solía colocar  en las puertas de las casas. En este caso la imagen corresponde a un edificio villaviejense de la Plaza Mayor. Bordean la imagen de Jesús, los escudos de Castilla, León, Navarra, Aragón y Granada.


El origen de esta frase proviene de unas visiones del "Sagrado Corazón de Jesús" que tuvo el jesuita vallisoletano Bernardo F. de Hoyos, en mayo de 1733 y en las que, según su relato, Jesús le dijo: "Reinaré en España y con más veneración que en otras partes", según relata el padre José María Saenz de Tejada.

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29 de julio de 2011

Salamanca, Residencia de Estudiantes

Ese es el título de otro artículo publicado por José Sánchez Rojas en la revista Mundo Gráfico en Junio de 1930. Nos habla de la posible conversión del Palacio de Anaya en Residencia de Estudiantes. Casi cuarenta años más tarde, el mencionado Palacio albergaba la Facultad de Ciencias y allí recibi las primeras clases en mi debut universitario. Por aquel entonces se estaba ya terminando el moderno edificio -sede hoy de la facultad de Ciencias Químicas- situado en la Plaza de la Merced en las inmediaciones de la Peña Celestina. De hecho, mi segundo año en la Facultad se desarrolló ya integramente en el nuevo edificio.



Con el ascenso al Rectorado de la Universidad de Salamanca del ilustre catedrático de Historia don José María Ramos Loscertales, uno de los más preclaros discípulos de los señores Hinojosa y Menéndez Pidal, vuelven a cobrar actualidad universitaria viejos temas que se habían olvidado con las interinidades y vacilaciones. El pensamiento de dotar a Salamanca de una Residencia estudiantil decorosa torna a agitarse intensamente durante estos días. Y ahora que tenemos un rector y unos decanos mozos, que se han paseado por Europa y saben cómo se aderezan ciertas instituciones en ella, es el momento de pensar en dar cima a este proyecto, uno de los mas acariciados por la opinión salmantina.

Se piensa en remozar el viejo Colegio de San Bartolomé, fundado por el obispo Anaya, a la usanza de los que creara en Alcalá de Henares el cardenal Jiménez de Cisneros.

El Colegio de Anaya tiene una brillante historia bien unida a la de la Universidad. Sus colegiales eran los mas aristocráticos y señoriles de la Escuela. Habían de tener la sangre limpia, no contaminada de ascendencia mora ni judía, y magníficos expedientes académicos. Por cuestiones de etiqueta, mas de una vez hubieron de pelearse con los titulares del Cabildo catedralicio. De aquel Colegio salieron muchos cardenales, virreyes, oidores y secretarios de despacho. Suprimidos los Colegios Universitarios en la pasada centuria, el Palacio de Anaya fué, sucesivamente, Gobierno Civil y cuartel. Después ha servido para instalar las oficinas del Rectorado y de la Junta de Colegios. Y en la actualidad se ha pensado que puede y debe dedicarse a Residencia, ya que es propiedad de los Colegios, y que, con ciertos revocos y remozamientos imprescindibles, puede trocarse en Casa de escolares colegiados, ya que Salamanca cuenta con varias docenas de ellos, algunos do los cuales han vivido así hasta ahora, como los del Colegio de San Ambrosio.

Nada más espiritual y pedagógico, en efecto, que libertar a los chicos de esas horrendas casas de huéspedes de las viejas ciudades universitarias, donde toda incomodidad tiene su asiento y donde no hay espacio ni reposo para el estudio ahincado y para la serena meditación. Con esas pesetas que recuperó la Escuela Salmantina durante la Dictadura, y que sirvieron de pretexto a una minoría de claustrales para fabricar un doctorado honorario de duración efímera, debieran adecentarse los viejos edificios universitarios que aún conserva la ciudad y aplicarles a su primitiva condición de posadas y hostales estudiantiles. Bien adecentados, eso sí, y con todos los adelantos que reclaman la urbanización y la higiene de nuestros días Salamanca podría conservar de esta laya sus mejores inmuebles, ya que dota a buen número de sus escolares, mediante oposición, de bolsas de viaje por el Extranjero, además de costearles todos sus gastos durante la licenciatura y el doctorado de las cuatro Facultades que se cursan en la Universidad.

José SÁNCHEZ ROJAS
Salamanca, Mayo, 193O.

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28 de julio de 2011

Polígono anfibio

El polígono anfibio (Polygonum amphibium) es una planta acuática cuyas hojas flotan sobre las aguas tranquilas o estancadas. Tiene tallos muy ramificados y largos, que generalmente están sumergidos siendo sus hojas ovaladas y grandes. Presenta las flores de color rosado agrupadas en espigas verticales que sobresalen de la superficie del agua. Existe también una variedad terrestre que vive en zonas húmedas y que es muy parecida a la descrita.

En la primera de las fotos podemos observar el remanso que forma el río Yeltes en la pesquera de la Pernalona. Vemos a la izquierda una extensa superficie del agua cubierta de esta planta. Justo a la derecha desemboca el arroyo del Endrinal que en la época en que saqué las fotografías aún aportaba a la zona un pequeño caudal de agua.

En la siguiente foto podemos ver ampliada una zona de las aguas semiestancadas pudiéndose apreciar claramente varias flores de Polígono anfibio. En la tercera de las imágenes se ve con mas detalle una de las flores y una de las hojas. Curiosamente sobre ésta última se encuentran una pareja de zapateros (Gerris lacustris) copulando.



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27 de julio de 2011

Dormir sobre una pata...


Dormir sobre una pata suele ser típico de las aves zancudas (cigüeñas, garzas, grullas, ...) En la foto podemos observar a un cigoñino (nos lo indica entre otras cosas el color negro de su pico) durmiendo en las primeras horas del día 9 de julio. Resulta curiosa esta circunstancia, que los científicos atribuyen a un mecanismo regulador de este grupo de aves para evitar la pérdida de calor. Las plumas actúan como aislante, manteniendo la temperatura constante, pero el pico y las patas al estar desnudas, pierden bastante calor. Es por esta circunstancia por lo que al recoger una de las patas debajo del manto de plumas disminuyen la pérdida de energía térmica. Mantenerse en esta posición no resulta complicado para este tipo de aves, ya que disponen de un mecanismo de bloqueo que hace encajar perfectamente la articulación de la pata de apoyo. Eso significa que no realizan esfuerzo muscular alguno.

Siempre que veo a una cigüeña sobre una sola pata, me acuerdo indefectiblemente de la historieta que nos cuenta Boccaccio en la jornada sexta del "Decamerón" y que no me resisto a transcribir a continuación:


... Currado Gianfigliazzi, como todas vosotras habéis oído y podido ver, siempre ha sido en nuestra ciudad un ciudadano notable, liberal y magnífico, y viviendo caballerescamente continuamente se ha deleitado con perros y aves de caza, para no entrar ahora en sus obras mayores. El cual, con un halcón suyo habiendo cazado un día en Perétola una grulla muerta, encontrándola gorda y joven la mandó a un buen cocinero suyo que se llamaba Ghichibio y era veneciano, y le mandó decir que la asase para la cena y la preparase bien.

Ghichibio, que era un fantoche tan grande como lo parecía, preparada la grulla, la puso al fuego y con solicitud comenzó a guisarla. La cual, estando ya casi guisada y despidiendo un grandísimo olor, sucedió que una mujercita del barrio, que se llamaba Brunetta y de quien Ghichibio estaba muy enamorado, entró en la cocina y sintiendo el olor de la grulla y viéndola, rogó insistentemente a Ghichibio que le diese un muslo.

Ghichibio le contestó cantando y dijo:

- No os la daré yo, señora Brunetta, no os la daré yo.

Con lo que, enfadándose la señora Brunetta, le dijo:

- Por Dios te digo que si no me lo das, nunca te daré yo nada que te guste.

Y en resumen, las palabras fueron muchas; al final, Ghichibio, para no enojar a su dama, tirando de uno de los muslos de la grulla se lo dio.

Habiendo luego delante de Currado y algunos huéspedes suyos puesto la grulla sin muslo, y maravillándose Currado de ello, hizo llamar a Ghichibio y le preguntó qué había sucedido con el otro muslo de la grulla.

El veneciano mentiroso le respondió:

- Señor mío, las grullas no tienen más que un muslo y una pata.

Currado, entonces, enojado, dijo:

- ¿Cómo diablos no tienen más que un muslo y una pata? ¿No he visto yo en mi vida más grullas que ésta?

Ghichibio siguió:

- Es, señor, como os digo; y cuando os plazca os lo haré ver en las vivas.

Currado, por amor a los huéspedes que tenía consigo, no quiso ir más allá de las palabras, sino que dijo:

- Puesto que dices que me lo mostrarás en las vivas, cosa que nunca he visto ni oído que fuese así, quiero verlo mañana por la mañana, y me quedaré contento; pero te juro por el cuerpo de Cristo que, si de otra manera es, te haré azotar de manera que por tu mal te acordarás siempre que aqui vivas de mi nombre.

Terminadas, pues, por aquella tarde las palabras, a la mañana siguiente, al llegar el día, Currado, a quien no le había pasado la ira con el sueño, lleno todavía de rabia se levantó y mandó que le llevasen los caballos y haciendo montar a Ghichibio en una mula, hacia un río en cuya ribera siempre solía, al hacerse de día, verse a las grullas, lo llevó, diciendo:

- Pronto veremos quién ha mentido ayer tarde, si tú o yo.

Ghichibio viendo que todavía duraba la ira de Currado y que tenía que probar su mentira, no sabiendo cómo podría hacerlo, cabalgaba junto a Currado con el mayor miedo del mundo, y de buena gana si hubiese podido se habría escapado; pero no pudiendo, ora hacia atrás, ora hacia adelante y a los lados miraba, y lo que veía creía que eran grullas sobre sus dos patas.

Pero llegados ya cerca del río, antes que nadie vio sobre su ribera por lo menos una docena de grullas que estaban sobre una pata como suelen hacer cuando duermen. Por lo que, rápidamente mostrándolas a Currado, dijo:

- Muy bien podéis, señor, ver que ayer noche os dije la verdad, que las grullas no tienen sino un muslo y una pata, si miráis a las que allá están.

Currado, viéndolas, dijo:

- Espérate que te enseñaré que tienen dos. Y acercándose un poco más a ellas, gritó-: ¡Hohó! Con el cual grito, sacando la otra pata, todas después de dar algunos pasos comenzaron a huir; con lo que Currado, volviéndose a Ghichibio, dijo:

- ¿Qué te parece, truhán? ¿Te parece que tienen dos?

Ghichibio, casi desvanecido, no sabiendo él mismo de dónde le venía la respuesta, dijo:

- Señor, sí, pero vos no le gritasteis ¡hohó! a la de anoche; que si le hubieseis gritado, habría sacado el otro muslo y la otra pata como hacen éstas.
A Currado le divirtió tanto la respuesta, que toda su ira se convirtió en fiestas y risa, y dijo:

- Ghichibio, tienes razón; debía haberlo hecho.

Así pues, con su rápida y divertida respuesta, evitó la desgracia y se reconcilió con su señor.

26 de julio de 2011

Centáurea menor

La centáurea menor (Centaurium erythraea) es una planta herbácea de unos 10 a 50 cm de alta y que suele presentar numerosas ramificaciones. Sus hojas son de color verde pálido, lisas y con bordes enteros. Sus flores están formadas por cinco pétalos de color rosado y forman una especie de ramilletes con forma de umbella (de ahi que también se la conociese como Centaurium umbellatum).






Las gentes de la antigüedad ya la conocían y utilizaban. Se la cita en algunos textos de Virgilio y de Lutecio, donde ya se mencionaba su sabor muy amargo por lo que, en esos años se la conocía como hiel de la tierra.

Sin embargo, el nombre con el que hoy se la conoce proviene del griego kentaureios y se refiere al centauro, ser mitológico mitad hombre y mitad caballo.

Los egipcios la usaban para curar la hipertensión. Y en textos del siglo V aparece mencionada por sus valores como purgante, curar heridas y lavar los ojos.

A fines del siglo XIX se la uso en polvos (Polvos Portland) para tratar de curar la gota.

Su sabor es muy amargo debido a la presencia de sustancias como iridoides, flavonoides y xantonas, en su composición. Es un tónico amargo, estomático, utilizado generalmente para combatir la pérdida de apetito. Muy útil también contra la alopecia, contra los parásitos y la diarrea.

Se puede utilizar en modo externo para evitar las infecciones de heridas, curar picaduras de víboras y otros animales ponzoñosos. Muchos medicamentos autorizados la incluyen.

Actualmente se usa en cosmética para teñir el cabello de amarillo brillante, con una duración apreciable. La industria la ha incluido en la elaboración de vinos, licores y bebidas amargas.
Fuente: Wikipedia

Las fotografías que véis las tomé en el camino de la Pernalona, a escasos metros de la confluencia de éste con la carretera de Villares. Era una mañana soleada y húmeda -acababa de pasar una tormenta por la zona- de finales del mes de mayo.

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25 de julio de 2011

Fiesta en los Baños de Retortillo

Todos los años, coincidiendo con la festividad de Santiago Apóstol, el balneario de Retortillo celebra sus fiestas. Un acto típico y tradicional de las mismas consiste en la apertura del "chorro" del agua caliente que es recogido por una estructura del fondo del cauce del rio Yeltes (Eletes, para los romanos), tal y como podemos apreciar en la primera de las imágenes.



En la siguiente fotografía podemos ver el ara votiva romana con la inscripción latina cuya traducción hemos insertado ya en otra entrada de este mismo blog (clic aquí).


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24 de julio de 2011

Ciruelo cerezo

Os presento hoy el fruto de un árbol ornamental que tenemos en Villavieja, el ciruelo cerezo, también denominado ciruelo mirobolano, ciruelo de jardín, ciruelo rojo, ciruelo de Pissard,.... Los frutos los recogí a finales del mes de junio en la calle Turuñuelo (carrtera de Vitigudino).

El ciruelo cerezo (Prunus cesrasifera) es muy popular como árbol ornamental de jardín, por su muy temprana floración y por la coloración rojiza de sus hojas que hace excelentes contrastes con el verde (en la calle Turuñuelo se alternan pinos y ciruelos cerezos). Se han desarrollado numerosas especies "cultivares", como Prunus cerasifera 'Pissardii' y 'Nigra'. Estas formas de follaje purpúreo también dan frutos púrpura oscuros, con la que se hacen jaleas atractivas, e intensamente coloreadas. Los ejemplares villaviejenses posiblemente sean de la última variedad citada.


23 de julio de 2011

La Posada de las Cadenas


La Posada de las Cadenas desapareció en Salamanca a comienzos de los años treinta. Estaba situada según parece en la calle Pozo Amarillo frente a la calle de los Caleros. José Sánchez Rojas, el escritor y peridista de Alba de Tormes publica en Mundo Gráfico (21 de Enero de 1931) un artículo sobre la desaparición de este emblemático edificio salmantino.

La sombra de Calixto

Muy pronto va a desaparecer en Salamanca la clásica Posada de las Cadenas. Tiene una bella tradición esta posada: fué palacio de los Reyes Católicos; en ella nació aquel Príncipe don Juan, que fue guapo mozo, enamoradizo y rubio. Tal vez, de no haber muerto tempraneramente este guapo mozo, los destinos de nuestro pueblo hubieran sido harto diversos. Pero el sino de don Juan fué breve y melancólico. Cuando le parió su madre hubo eclipse total de sol en la urbe. Y una íuerte inundación del Tormes. Aquel buen bachiller talaverano que se llamó Rojas y Montalbán hace alusiones a estos cataclismos en su linda tragicomedia. Porque el buen Calixto, que se mira en los ojos verdes de Melibea, es nada más y nada menos que el lindo Príncipe, enterrado, como sabe el lector, en la iglesia de Santo Tomás, de Avila. Con la desaparición de la Posada de las Cadenas y de los bellos ajimeces que decoran sus balconeras de hierro, ya no queda otro escenario salmantino de la tragicomedia que las tenerías, junro al río. Por allí tuvo su casita, baja y discretamente asentada, la buena madre Celestina.

Al cobijo de la peña de su nombre, la vieja, que no fué ese monstruo infernal que nos describe Cejador, ni mucho menos, arreglaba sus hierbas y sus perfumes pata trastornar a los mancebos. Pero los mancebos no habían menester de tales niñerías para quererse. Calixto hubiera amado del mismo modo a Melibea, Melibea, igualmente, se hubiera mirado en los ojos de Calixto. Las terceras, en todos los tiempos, son un puro artículo de lujo, que viven parasitariamente de las inclinaciones naturales de la juventud. Harto lo saben las herederas legítimas de la buena madre salmantina. Pues el escenario donde se movía la buena vieja sigue en pie en la ciudad académica y doctora. Podemos evocarle con fuerza todavía. El Convento de los Mercedarios, donde el buen Tirso compuso algunas de sus comedias mejor parladas y donosas, decora la prominencia de un cerro. Abajo se extienden las tenerías. El puente romano corta la visión de los sotos de los Arapiles y la más lejana de la Sierra de Gredos.
Desaparecen las huellas de Calixto y quedan las de Celestina. Esta Posada de las Cadenas, que se trocará dentro de unos meses en una casa más, acaba con la huella del buen Príncipe don Juan. En cambio, el mundo celestinesco se agrupa, detrás de la Peña, en un mundo aparte, que aprovecha el cobijo de la Escuela. Los Calixtos de ahora, para gozarse en el deleite de unos ojos verdes y serenos, siguen creyendo en la necesidad de una tercería, que, lejos de precipitar, embarulla y ensombrece sus trotes y retrotes de buen amor.

JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS



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22 de julio de 2011

Cigüeñas en el Multifuncional

La población de cigüeñas en Villavieja no deja de aumentar, a diferencia de la humana, que no deja también, ¡pero de disminuir! Como el tejado de la Capilla Mayor de la Iglesia ya está sobresaturado, las cigüeñas buscan otras soluciones. Está ha encontrado una inmejorable. Aunque la primera de las fotos nos puede inducir a confusión, ya que podríamos suponer que el nido está sobre el propio tejado del "multi" resulta que no es así. El nido ocupa el cierre superior de una alta chimenea de dicho edificio. La segunda fotografía, tomada desde la terraza de la casa de Tomás, a escasos metros del nido, es bastante ilustrativa al respecto.


21 de julio de 2011

Toros en el campo

Hace un par de días publicábamos en este blog un artículo de José Sánchez Rojas relacionado con el mundo de los toros y con Bañobárez. Traemos hoy a colación otro del mismo autor y del mismo tema, los toros. Creo que va siendo necesario hacer una entrada específica para este escritor y periodista salmantino, natural de Alba de Tormes, y que tanto y tanto escribió sobre nuestra Tierra Charra. Lo que sigue a continuación fue publicado en "Mundo Gráfico" en Septiembre de 1929.

Encierro de los toros para la corrida del Montepío de Toreros lidiada en Madrid

Ganaderos del campo de Salamanca; siempre ganaderos...

En Moral de Castro,Lamamié de Clairac, y en Terrones, los Sánchez Rico, y en San Fernando, Antonio Pérez Tabernero, y en Pedro Llén, Juan Terrones, y en Monzarbitos, el joven marques de Albayda, y los Sánchez en Coquilla...

Manchones de encinares verdinegros en el horizonte, y tierras barbecheras, y trigales, y cebadales. A cuarenta kilómetros de Salamanca, Terrones, en busca de Santiago y Fernando Sánchez Rico, que forman rancho aparte. Son estos días la actualidad taurina. Hace poco apartaron los toros para la corrida del Montepío de Toreros en Madrid, que jugaron Márquez, VilIalta, Marcial y el Niño de la Palma. Ahora me invitan á presenciar la selección de toros que han de lidiarse en la inanguración de la nueva Plaza de Huesca. Bonitos ejemplares... Hay un Carbonero núm. 22, negro; un Estornino, núm. 21, negro tostao, entrepelao, de estupenda lámina; Un Granadino, en fin. núm. 23. negro. Toros noblotes, pastueños, bravos y alegres. Joselito los buscaba siempre para la lidia.Ganaderías prestigiosas, tienen en sus anales páginas muy curiosas por las orejas que con ellas ganaron, en tiempos memorables, Joselito y Belmonte.
Los toros en el campo me divierten mucho más que en el ruedo. Hasta las fieras son solamente fieras ante el acoso de los hombres. Podemos vivir entre ellos, cara á las encinas, acariciarles el morrillo, tocarles el testuz, jugar con los cuernos... No hay peligro de que se desmanden. En esta tierra mia, académica y universitaria, el interés se va desplazando de la ciudad hacia el campo; mientras los doctores dormitan, descansando en los laureles que les ganaron en tiempos pretéritos otros maestros, estos toritos, descansando al sol, preparan, tardes españolísimas de arte y de valor á nuestros lidiadores.

JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS
Salamanca, 1929

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20 de julio de 2011

Pilón

Una de las acepciones de la palabra pilón, según la R.A.E. es: "Receptáculo de piedra que se construye en las fuentes para que, cayendo el agua en él, sirva de abrevadero, de lavadero o para otros usos." Eso es, más o menos lo que vemos en la foto adjunta. Villavieja tenía generalmente en sus huertos, justo al lado de los pozos, una estructura de este tipo, construida en granito y de una sola pieza. Su uso más frecuente era, como se puede observar en la estructura del que vemos en la imagen, de lavadero. No en vano, en Villavieja se encontraban los dos elementos fundamentales: un excelente granito y unos buenísimos canteros.


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19 de julio de 2011

La capea de Bañobárez

El escritor y periodista José Sánchez Rojas, natural de Alba de Tormes, nos describe en el reportaje que vamos a insertar a continuación una capea celebrada en el pueblo de Bañobárez en 1930. La crónica, publicada en Mundo Gráfico, bajo el título de "En los campos de Salamanca. Capea en Bañobárez" nos describe una becerrada celebrada en dicha localidad charra. 



Llama la atención que interviniesen en la misma dos toreros de "postín" de los de entonces Félix Rodríguez (se retiraría dos años más tarde) y Nicanor Villalta. Asimismo, podemos ver una plaza bien montada. Dado que las fiestas de Bañobárez son en Septiembre, cabe preguntarse por qué se celebra una capea de este tipo en el mes de febrero. La respuesta la intuimos en la pancarta que adorna la balconada donde se situaría la presidencia del festejo. Creo poder afirmar que las dos primeras líneas dicen "Sociedad de Socorros Mutuos de Bañobárez". La última me resulta más ilegible, pero pudiera decir ¿"Donativo de Guillermo Martín"? por lo que posiblemente el festejo fue organizado con el fin de recaudar dinero para dicha Sociedad.


BAÑOBÁREZ, puebluco empotrado enfrente de Barca d'Alva, cerca de la frontera portuguesa. Becerrada con ases; con Félix Rodríguez y Nicanor Villalta, amigos del amo Alipio. Félix Rodríguez, de chaquetilla blanca, de pantalón entallado, con gorrilla de golfo madrileño, está en su propia salsa. Nicanor, de negro, infantil y animado como siempre, parece el baturro que va de ferias a Ayerbe a cantarle joticas a la Virgen en la fiesta y torear, de paso, los becerretes que le echen. Calleja, el novillero, entre los dos ases, piensa en las tardes de triunfo que le esperan. Los mozos de estoque de nuestros amigos, lejos de los barullos y recados tan complicados de la mañana de corrida, descansan y fuman como dos bienaventurados; los aficionados que arrojan el guante a los espectadores se dan cuenta, ante el roce con los ases, de la grandeza de su profesión y de las alegrías y amarguras que son inherentes al triunfo ó al fracaso. Alipio Pérez Tabernero, con su eterna sonrisa infantil y su hermano Antonio están a los quites de Bero, el pelotari, que con sus arranques primitivos de vasco bien alimentado, borra, por contraste, el cuadro que componen los toreros con su proverbial seriedad y los amigos que les servíamos de contraste y de compaña. El almuerzo, con el clarete traído de las bodegas de estas tierras del Duero, y los pimientos asados que son gloria pura, no puede ser más pintoresco y atractivo. Los músicos van a buscarnos para llevarnos al café, y a los compases de un pasodoble salimos todos, conscientes de nuestra importancia en las calles de Bañobárez. Alipio dirige el cotarro, y el alcalde multiplica sus atenciones con todos. También en comitiva, desde el casino, nos trasladamos a la plaza, y ante aquellos carros, ante aquellas mozallonas sanotas como manzanas y fuertes y bravas como jayanes, ante aquellos pañuelos, y aquellas sayas, y aquella sobriedad en el vestir de los labriegos, y ante el traje adomingado del señorío de los contornos, D. Francisco de Goya y Lucientes hubiera hecho un aguafuerte más, La capea de Bañobárez, en su rica colección de estampas, con esta leyenda: «En Bañobárez de Salamanca. No ai remedio. La afición nos come

Todo ha sido gracioso y españolísimo en Bañobárez. Villalta, confiado y alegre como un niño grande que es el buen baturro, estropeó los pantalones entallados en la refriega. Félix recibió también un serio achuchón de uno de los becerretes de Alipio, que salió bravucón y pegando. Nos divertimos de veras en la lidia. En las últimas lloras de la tarde regresamos a Salamanca. Yo me encajono en el auto entre los paquetes de banderillas y las prendas rojas de los achiperres de los mozos de estoque. Yecla. Vítigudino. Encinares, dehesas. Villar de Peralonso, y Zafrón, y Villarmayor.

Todos estos caminos no son sino recuerdos para mi, recuerdos de gentes y de escenas que llevo bien grabadas en el espíritu. Golpejas, y el recuerdo de un cochero gordo. La calle larga de Doñinos. El puente de la Salud. Novelty... Fatigados vamos a la cama a dormir como los ángeles, hasta el amanecer del día siguiente.
JOSÉ SÁNCHEZ ROJAS


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18 de julio de 2011

Banco de niebla

En la otrora llamada SA-322 y ahora denominada DSA-451. A la altura de la única casilla de camineros que aun existe en esta vía, poco después de pasar la localidad de Retortillo. Es una zona típica de nieblas, que me toca sufrir muchos días a lo largo del año. Asi que ya estoy acostumbrado. Lo anormal -si es que hoy día con esto del cambio climático podemos asombrarnos ya de algo- es que la imagen la tomé poco antes de las ocho de la mañana de un día a finales del pasado mes de junio. Resultaba curioso ver las desmochadas encinas entre las brumas, asi que, no pude menos que parar el coche y desde la ventanilla con mi móvil sacar esta fotografía.



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17 de julio de 2011

Asesinado a pedradas

El día 21 de Febrero de 1889, el semanario "El Avanzado" de Vitigudino se hacía eco de un asesinato cometido en la dehesa de Medinilla en el término municipal de Bañobárez en estos términos:

Con motivo del parte remitido por el Juez municipal de Bañobárez a este de Instrucción, dando cuenta de haberse encontrado un hombre muerto en el termino de Medinilla, agregado de aquel pueblo, el martes salió para dicho punto el celoso y activo Juez de instrucción Sr. Sala, acompañado del escribano Sr. Ribon y de un alguacil al objeto de practicar las oportunas diligencias en averiguacion del autor ó autores del crimen.

Dícese, que el cadáver, presenta señales de haber sido asesinado a pedradas, pero no podemos responder de las versiones que corren acerca dle la muerte del sujeto en cuestión y sus circunstancias, por no habernos sido posible adquirir mas noticias. A la hora de cerrar nuestro alcance aun no ha regresado el juzgado.

La mentablemente, no podemos disponer de más información al respecto, ya que en la colección de Prensa Histórica del Ministerio de Cultura falta precisamente el número correspondiente al día 28 de Febrero, que es donde, en buena lógica, se daría más información al respecto. No obstante, consultados los libros de la parroquia de Bañobárez encontramos que el día 20 de Febrero se realiza la siguiente anotación en el Libro de Difuntos:

... a los veinte días del mes de febrero de mil ochocientos ochenta y nueve, se le dió sepultura eclesiástica al cadáver de Ramón Rengel, consorte de Mª Mercedes Rengel, y Herrero, que habia fallecido hacía tres días de mano airada en el término de Medinilla según diligencias judiciales; era natural de la Redonda de edad de treinta y un años hijo legítimo de Ángel Rengel y Ana María Herrero...

16 de julio de 2011

Adelfas

Con la flor de la adelfa
te he comparado,
que es hermosa, y no come
de ella el ganado.

Eres como la adelfa,
mala gitana,
que echas hermosas flores,
y luego amargan.
Cancionero popular. Colección escogida de
seguidillas y coplas,recogidas y ordenadas por
D. EMILIO LAFUENTE Y ALCÁNTARA
de la Real Academia de la Historia.
Madrid, 1865

Semioculta entre árboles y arbustos ha logrado salir adelante esta adelfa (Nerium oleander), una planta con flor muy vistosa y por ello cultivada en jardines y medianeras de carretera. Actualmente existen numerosas variedades, caracterizadas por tener flores con un número variable de pétalos y diferentes coloraciones que van desde el rojo al blanco. Contiene principios activos de propiedades cardiotónicas y diuréticas, destacando entre ellos la oleandrina, responsable junto con la neandrina de la toxicidad de la savia. Es, por tanto, una planta muy venenosa, que incluso a dosis pequeñas, interactúa fuertemente sobre el corazón.

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15 de julio de 2011

El Hornillo del Puente de Hierro

Hace un año, unos días antes del esguince que me tuvo en el dique seco durante buena parte del verano, visité la zona del Puente de Hierro, pero en vez de hacerlo por nuestra orilla (la de Villavieja) subi por la ribera derecha (la de Villares). Desde allí fui fotografiando la parte contraria. Al cruzar una alambrada junto al puente, reparé en un pequeño agujero de forma rectangular que tenía el estribo de aquel lado. En un primer momento pensé que sería una especie de desagüe, a través del cual se evacuase el agua que pudiera filtrarse en la estructura del puente. Pero luego, me di cuenta que el de la parte de Villavieja no lo tenía, e inevitablemente suge la pregunta: ¿por qué un estribo tiene agujero y el otro no? Si fuese lo que supuse en un primer momento, lo lógico sería que los dos lo tuviesen, por tanto, el agujero en cuestión tenía que tener otra función.

Días antes había estado leyendo cosas acerca de los puentes y vías férreas, y en concreto de la nuestra, de la de Boadilla Barça d'Alba. Recuerdo -estoy hablando de memoria, porque no tomé ninguna nota- las reticencias que había por parte del estamento militar a la construcción de la vía férrea, por lo que podía facilitar la invasión de territorio español desde el lado portugués. En algún sitio leí algo referente a los "hornillos", unas cavidades o minas que los ingenieros militares y artilleros construyen para facilitar la destrucción de parte de una estructura a fin de cortar las comunicaciones. Así pues, es muy probable que el "agujerillo" rectangular que véis en la fotografía podría estar destinado a albergar un explosivo que al detonar destruiría el estribo o pila de ese lado del puente de hierro.


14 de julio de 2011

Azucenas

¿Para qué me dijiste
rosa temprana,
si soy la mas tardia
que hay en la rama?

¿Para qué me dijiste
blanca azucena,
si la azucena es blanca,
y yo soy morena?

Cancionero popular. Colección escogida de
seguidillas y coplas,recogidas y ordenadas por
D. EMILIO LAFUENTE Y ALCÁNTARA
de la Real Academia de la Historia.
Madrid, 1865


La azucena (Lylium candida) es una planta originaria de Siria y Palestina, provista de grandes flores blancas y olor penetrante. Debido a la blancura de sus flores, ha pasado a ser sinónimo de pureza y en este sentido se ha incorporado a la tradición popular. En España se cultiva como ornamental. Fotografía tomada a mediados de junio en nuestro jardín.

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13 de julio de 2011

Invitación

Traemos hoy a nuestras páginas un bello y largo poema de don Saturnino Galache Alonso que se publicó en su libro "Charras" (Ciudad Rodrigo, 1915) y que está dedicado a su villa natal, a nuestra querida Villavieja.


INVITACIÓN

Camaradas de vida metódica
que vivís requemando el cerebro
con arduos problemas
de sabios maestros,
los que vais a las aulas docentes
con rostros enfermos,
enjambres humanos
que respiran el vaho epidémico,
que exhalan las urbes
de sus recovecos;
ciudadanos de vida cansina
que tenéis el espíritu enteco
encerrado en un cuerpo canijo
gastado y anémico;

¡Amigos del alma!
Venid a mi pueblo.
Villa charra que llámanla Vieja
con ser el más nuevo
de los cortos y humildes lugares
que figuran en el abadengo.

Veniros conmigo,
salid del estrecho
recinto murado,
donde reinan los mil embelecos
que el mundo establece
para dar disfrazado el veneno.

Volvereis con la cara morena,
que el sol lugareño
no perdona sus toques de lumbre
cuando topa a cualquier forastero,
venid acá todos:
A beber en las alas del viento
los efluvios que bajan del monte,
los aromas que suben del huerto.
A empapar en visión luminosa
la mirada en el disco de fuego
que madruga a templar con su lumbre
de la tierra los rústicos senos
a saltar en el césped tupido
de los prados tendidos y frescos,
donde crece la hierba de a vara
entre acelgas, marujas y trébo.
Gozareis el oxígeno puro
del vivir salutífero; luego
cantando tonadas
al compás de sonoros cencerros,
a buscar por las quiebras del monte,
cuando empieza a segarse el centeno,
los hilos de plata de barcéa
en penachos espléndidos
que se rizan, cuando el sol los besa,
formando sus flecos
caprichosos anillos, que vuelven
por la noche a esponjarse de nuevo.
Esta plata, que riza en las cumbres
el Sol veraniego,
es más llevadera,
y es hermosa y no cuesta dinero,
por los campos de mieses maduras,
cambroneras, matojos y brezos,
gateando entre espesos zarzales.
A buscar el vival del conejo,
y la tímida liebre en la mata,
Y la esquiva perdiz en el teso,
a caballo en potrancos cerriles
haremos encierros
de las reses que comen de gorra
en las dehesas de mis lugareños,
corriendo las vacas,
lidiando becerros,
que pagan el pato
babeando el corral de concejo.

En las casas de los montaraces,
del monte en el centro.
haremos un alto, ,
celebrando el bravo paseo
los lances extraños,
los fallos y aciertos,
trasegando con calma sabrosa
en pulida liara de cuerno,
rameada a punta de navaja
con la pájara pinta en el medio,
rica leche recien ordeñada
que tempera el cansancio del cuerpo.


Y vosotros también, españoles,
que volasteis del nido paterno
que escuchó las primeras sonrisas
cuando erais pequeños.
El rincón amado
que sabe el misterio
del intenso sufrir y las lágrimas
que corrieron por él en silencio;
que fuisteis a América,
al Brasil, a la Plata y al Méjico,
buscando fortuna,
riqueza y dinero.
Por huir el trajín de una vida
llena de lacéridos:
dejad esas tierras,
venid a mi pueblo,
que en esos emporios
del mundo moderno,
no se va en los domingos a misa
no se reza el rosario en el templo,
solo quieren gozar de la vida
sin traba, ni freno,
aunque luego al morir, los arrojen
a un barranco lo mismo que a un perro.

¡Maldita avaricia!
Malditos anhelos
de bienes caducos!
¡Malaya el dinero
que envenena la savia del alma
que consume los jugos del cuerpo!

¡Jesús de mi alma!
¡Pobritos bohemios!
Como vuelven de aquellos lugares
del negocio venal con el vértigo
aullando blasfemias
con lenguas de infierno,
de la madre patria,
del nido paterno
que le dio la vida
porque es pobre, y es chico y es viejo!

Le da pesadumbre,
le ataca los nervios
la solemne y misérrima calma
de la patria sumida en silencio!...
para así renegar de una madre,
del amado rincón solariego
vomitando baldones e injurias
y cubrir sus blasones de cieno.
Yo no quiero tener mucha plata,
yo no quiero salir de mi pueblo,
de mi pueblo, solar de Castilla
tranquilo y sereno,
manantial de ideales de gloria.
poemas de ensueño,
que se filtran con honda raigambre
en lo mas escondido del pecho,
al sentir en la frente morena
el purísimo olímpico beso.
que caldea el alma
con febril llamarada de incendio.

¡Bendito mil veces
el humilde rincón europeo!
Festivales de ramos y danzas
que dirigen los tamborileros,
Romerías de Pascua, San Marcos,
Jueves Merenderos,
Cordones y Ofrendas
antiguallas de nuestros abuelos! ,
mogigangas de la vaca prima,
novilladas del típico encierro,
que semeja el asalto de un fuerte
que se toma con bárbaro estruendo;
ruidosas y alegres
corridas del pueblo,
donde tiende Genaro la manta
en la cara del toro cuatreño
con la misma guapeza y estilo
que los mas afamados toreros.
Yo no quiero empañar la pureza
de nuestro recuerdo.
Yo no cambio la plata argentina
que embolsa el logrero,
ni el oro a millones
que ofrece el comercio,
ni coronas de joyas artísticas,
ni ricos trofeos,
homenajes, jardines, estatuas,
ni el confort de palacios espléndidos
que pisan los ricos
por la Ermita del Humilladero,
sombreada de verdes parrales,
rodeada de prados y huertos,
arrullada por la algarabía
de finos gorgeos
con que ensalzan y aclaman por Reina
a la Virgen de Caballeros
los pardales grises
y los tordos negros.
La Ermita aldeana
que culmina en la altura del cerro,
donde rezo una salve a la Virgen
que me llena de paz, de consuelo,
y al posar en la imagen bendita
la mirada, responde aquí dentro
una voz poderosa, que dulce,
sin palabras me dice, que tengo
mi destino fugaz en la tierra,
mi morada eternal en el cielo.

Caminante de eriales
que subes la cuesta brava
con sarpullos y negrales,
porque la vida te clava
los pinchos de sus zarzales
deja los picos serranos,
donde la lucha se agita.
Vente a vivir a los llanos
gozarás la paz bendita
de mis lares castellanos.

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12 de julio de 2011

Santidad en primavera

Otras dos imágenes del paraje donde se encuentra el "Arco de Santidad" tomadas también en el mes de Mayo. En la segunda de ellas podemos observar los "gamones" y rosales silvestres floridos.


11 de julio de 2011

Vista general de Salamanca

Tercera acuarela original de William Wiehe Collins (1862-1951) que traemos a estas páginas. Fue incluida en el libro titulado "Cathedral Cities of Spain" (Ciudades catedralicias de España) publicado a comienzos del siglo XX. En esta obra de Collins podemos ver una vista general y clásica de la capital salmantina. En el texto que acompaña a las acuerelas, Collins escribe:

Estoy de pie en el noble puente, la mitad del cual es aún hoy día de la época romana. Esos enormes muros de los monasterios y conventos, allá arriba, siempre formaron parte de la foto de mi imaginación. Se cuecen bajo el abrasador sol del mes de septiembre, al igual que toda España. Una larga cadena de mulos cargados pasan al trote, sus cascabeles tintinean alegremente, sus conductores gritan y golpean con sus látigos. Un fornido campesino con un pañuelo a la cabeza y cubierto con un sombrero de alas anchas, chaquetilla, faja roja y pantalones ajustados hasta la rodilla, galopa sentado en una alta silla de montar. Su caballo de raza muestra una buena parte de la herencia árabe. Sobre los cuartos traseros lleva una pareja de mantas y una sombrilla. Un mendigo se detiene delante de mí, y me ruega que por el amor de Santa María, le dé una perra chica. Dos viejos amigos ya mayores pasan charlando sobre la esposa de Manuel. Uno lleva un par de aves juntas atadas por las patas; los pobres pájaros están haciendo supremos esfuerzos para mantener la cabeza erguida en su posición natural. Algunos pequeños muchachillos lanzan piedras a las lavanderas del río. Un anciano sentado en la grupa de un burro deambula lentamente. Sí, esto es lo que me imaginaba que era España...


Collins fue fundamentalmente un pintor de paisajes, figuras y elementos arquitectónicos, así como escenas navales. Utlizó preferentemente en sus obras la técnica de la acuarela. Estudió en la Escuela de Arte de Lambeth y posteriormente en la Academia Julian de París. Desde 1880 Collins expuso sus obras en la Real Academia y en otras galerias londinenses, siendo elegido miembro del Real Instituto de Acuarelistas en 1898. Durante la Primera Guerra Mundial sirvió en la Marina británica ilustrando varios libros relacionados con ese tema.

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10 de julio de 2011

Rosa silvestre


La rosa silvestre, también conocida como agavanzo o escaramujo es un arbusto espinoso y perenne de la familia de las rosáceas. Científicamente se le denomina "Rosa canina" nombre que le fue dado por la forma de los aguijones, similar a los colmillos de los perros. Este arbusto puede llegar a medir hasta dos metros de altura y presenta tallos de color verde, cubiertos de espinas pequeñas, fuertes y curvas. Las hojas están compuestas de cinco a siete foliolos dentados y ovales. Las flores son de color rosa pálido o blancas con cinco pétalos, que maduran hacia el final del verano en un fruto ovalado de color rojo.


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9 de julio de 2011

La Torre del Gallo

Traemos hoy a estas páginas otra acuarela de Collins en la que podemos apreciar la Torre del Gallo de la Catedral Vieja de Salamanca. Llama la atención de la imagen, la fuente -ya inexistente- situada frente a la entrada meridional de la Catedral Nueva, cuya escalinata de acceso -también ya modificada- observamos en la parte derecha. En dicha escalera podemos ver a un par de personas sentadas, posiblemente mendigos (otra cosa de las que no le gustó a Collins de Salamanca):

Añadir a las moscas, innumerables mendigos, con horribles llagas, y además despojos y suciedad en las calles,....

Tres mujeres se sitúan alrededor de la fuente, una de las cuales viste el típico traje charro (se observa perfectamente el dengue o rebocillo de color rojo cruzado por el pecho). Frente a la pequeña puerta que da acceso a la Catedral vieja una pareja de sacerdotes y al lado de la propia puerta una persona sentada, posiblemente otro mendigo.


En cuanto a la acuarela mostrada en la imagen, dice Collins lo siguiente:

Hice un dibujo de la única vista que puede ser obtenida de la parte exterior desde la Plazuela chica. La linterna central central está coronada por el emblema de la nobleza, un gallo, y está formada por una torre octogonal con una cúpula de piedra.
La torre está porticada y tiene cuatro cúpulas o torretas y buhardillas en las esquinas, similares a las de Zamora.

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8 de julio de 2011

Arco iris

Tres bellas estampas del arco iris que lució en los cielos villaviejenses durante la tarde del 19 de mayo del presente año. Fue bastante inusual en lo que se refiere a duración, ya que brilló durante más una hora, tiempo que invertimos en realizar el acostumbrado paseo alrededor del pueblo. En un primer momento era visible únicamente la parte izquierda del arco (dos primeras fotos). Posteriormente, la aparición de una nube oscura de tormenta por el sureste dió lugar a la aparición también de la parte derecha. Las fotos están tomadas con la cámara del móvil.



7 de julio de 2011

Una vieja calle

Ese es el título de esta acuarela de William Wiehe Collins (1862-1951) publicada en el libro titulado "Cathedral Cities of Spain" (Ciudades catedralicias de España) y que contiene 60 reproducciones de otras tantas acuarelas del mencionado pintor inglés.

La que vemos en la imagen corresponde a Salamanca y el acuarelista la tituló "Una calle vieja". En ella podemos ver a varias gallinas posiblemente picoteando los desperdicios que se adivinan en el suelo, aparte de varias personas, un aldeano vestido de charro y con la capa o manta terciada al hombro que va arreando a un pollino, un sacerdote, varias mujeres, ...

En el libro aparece también un texto -en inglés- en el que Collins desgrana algunas de sus apreciaciones de las ciudades que visita. Salamanca, según dice él, era la ciudad de sus sueños, lo que él imaginaba encontrar en España, aunque tras su visita le pone algunos 'peros' y uno de ellos lo explica claramente en el siguiente texto:

No creo que en ningún otro lugar, salvo en Tarragona, fueran tan castigados mis nervios olfativos como en Salamanca. Miles de moscas se posaban en mi caja de pinturas así como sobre el papel, fuese cual fuese el sitio que eligiera para sentarme a dibujar. Ahora puedo apreciar completamente las torturas que sufrieron los egipcios durante la plaga...

Evidentemente, el lugar desde el que dibujó la acuarela que mostramos, debía de ser un gran ejemplo de esa "plaga bíblica" de moscas. Si alguien visitó hace ya bastantes años algunos lugares de la sierra salmantina, como por ejemplo, La Alberca o Mogarraz, ..., posiblemente pueda imaginarse con bastante precisión lo que sintió Collins al recorrer estas viejas calles de Salamanca, situadas en el barrio más pobre, más humilde y con más miseria que había por entonces en nuestra capital. No nos debemos olvidar que no muy lejos de este lugar existía una cueva refugio y cobijo de mendigos, maleantes, mujeres de mala vida, ....

6 de julio de 2011

Rosas rojas

La verdad es que es, probablemente uno de los colores más llamativos y típicos de las rosas cultivadas sea el color rojo. Dicen los entendidos que el significado de este color en las rosas es "amor" y "pasión". Se ha utilizado profusamente a lo largo de los tiempos como regalo. Pero, también se ha usado para otras cosas. Por ejemplo, en farmacia. Hace unos dias me encontré, leyendo libros antiguos a través de Google Books, con una receta de farmacia en la que uno de los ingredientes utilizados era precisamente las rosas rojas. La receta era usada contra el "raquitismo", una enfermedad causada por un déficit de vitamina D en la alimentación y que causa una mineralización débil de los huesos. Lo curioso del caso era que la receta se ponía en ... ¡el colchón! Ignoro si era eficaz o no. ¡Mucho me temo que no!


Especies anti-raquíticas para colchones.
  • Helecho macho, 6 libras;
  • Hojas y sumidades de mejorana, de menta, de salvia 4 puñados de cada una;
  • Flores de meliloto, trébol oloroso, saúco, rosas rojas y manzanilla, 2 onzas de cada una
  • Musgo de Córcega 4 onzas
  • Alcanfor 1 onza
  • En el centro de una pelota de crin poco apretada, pimienta negra, 2 onzas
Coloqúese la pelota enmedio del colchón; mézclese lo demás con la paja, de avena o de cebada. Se acuesta a los niños raquíticos sobre estos colchones, los que se exponen frecuentemente al aire para privarlos de la humedad.

Form.  de Sante Marie. 
La Botica. Repertorio general de farmacia práctica
François Laurent Marie Dorvault
Madrid, 1853

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5 de julio de 2011

Charra con cántaro al cuadril


Grabado existente en el Museo de Bellas Artes de Córdoba que nos muestra a una mujer con un cántaro al cuadril y ataviada con el típico traje charro. Su autor es Manuel Alcázar Ruiz (Albacete, 1858 - Madrid, 1914)

4 de julio de 2011

Rosas y moscas

Una mosca, insecto perteneciente al orden dípteros, sobre una rosa de color amarillo. De todos es conocido el gusto de las moscas por las sustancias azucaradas. Me acuerdo ahora de aquella fábula de Samaniego que dice:
"A un panal de rica miel,
dos mil moscas acudieron,
que por golosas murieron
presas sus patas en él"
Una rosa, no es un panal, ni tampoco una de las flores con más cantidad de néctar, pero también encuentran en ella, alguna que otra gotita ...

3 de julio de 2011

Alejo Hernández Estévez

Mi primer encuentro con la poesía de Alejo Hernández ocurrió de forma totalmente casual. En mi constante búsqueda de todo aquello que esté relacionado con nuestra tierra, “tropecé” con una hermosa poesía en la que Alejo cantaba las excelencias del “mosto” de Lumbrales. Me pareció interesante y la publiqué en este blog. Según Alejo estaba destinada a formar parte de un libro titulado “Salmantinas”. No soy experto en cuestiones literarias –lo mío es la Física, la Química y las Matemáticas- pero resulta bastante evidente el gran parecido, por lo menos en la forma de expresarse, con alguna de las composiciones del entonces poeta de moda José María Gabriel y Galán. Y con ese encuentro nació una inquietud y unas ganas de saber quién era ese Alejo Hernández. Es obvio que tenía un gran conocimiento de esta comarca, circunstancia que fue corroborada poco después con otra poesía que encontré en la que también menciona a Lumbrales y a Campilduero, esa gran dehesa que se encuentra a medio camino entre Bogajo y Cerralbo. Así pues, ¡Alejo tenía que ser de esta zona! No podía ser de otra manera. En consecuencia, me dispuse a investigar a fondo en la enorme biblioteca que es Internet. Al principio no encontré mucho, un pequeño dato acá, otro allá, … Lo más interesante era una referencia a él en la solemne investidura (19 de junio de 2009) de Enrique de la Villa Gil como doctor honoris causa por la Universidad de Salamanca. En dicho acto, en el discurso del galardonado, que tituló “LA TENTACIÓN DEL DERECHO EN LOS POETAS DE SALAMANCA”, aparece en una nota a pie de página una referencia a un verso de una composición publicada por Alejo Hernández “ Poema Cayo Pompilio, edil, en Poemas libertinos (Bibliot. Italia, 1932), de Alejo Hernández Esteve (Ciudad Rodrigo, c. 1890-XX), novelista, traductor y abogado”.

Como se ve no era mucho, pero pude comenzar a tirar de los hilos para llegar a conocer algo de Alejo Hernández Estévez (que no Esteve como afirmaba el “doctorando”). Consultas por Internet de la prensa de la época, unos cuantos vistazos a los libros parroquiales, y al final las notas de mi cuaderno y mi ordenador fueron encajando cual si fuesen las piezas de un puzle. Lo que sigue es una síntesis de todas esas investigaciones, si bien con innumerables lagunas, que con el tiempo alguien podrá ir completando.


Nació Alejo en Ciudad Rodrigo el 19 de Mayo de 1889, siendo bautizado seis días más tarde en la Parroquia de San Isidoro. Suponemos que dada su ascendencia materna catalana y siguiendo la tradición de aquella zona, se le impusieron tres nombres, Alejo, por el padre, José, por el padrino –quizás también por su abuela paterna- y Pedro Celestino, que era el nombre del santo correspondiente a su fecha de su nacimiento. La cosa quedó por tanto en Alejo José Pedro Celestino Hernández Estévez.

- ¿ Y tú, eres el de Alejo?..
Y yo respondo con la voz velada:
- Yo soy hijo de Alejo, el de Lumbrales,
y fue mi santa madre Candelaria...

(Los Patriarcas, Fuenteliante, 1914)

Efectivamente, tal y como nos indica en esos versos, escritos en lo que él denominó “peregrinación de 1914”, fueron sus padres Alejo Hernández García, un conocido industrial y comerciante natural de Lumbrales y afincado en Ciudad Rodrigo, y María de las Candelas Estévez Garriga, natural de Cardona (Barcelona). Sus abuelos paternos eran Pascual Hernández, ya difunto y natural de Bogajo, y María Josefa García, natural y vecina de Lumbrales. Por parte materna sus abuelos eran Adrián Estévez de Bañobárez y Joaquina Garriga natural de Cardona.

Desgraciadamente nuestro Alejo (el poeta) no pudo conocer a su abuelo Pascual ya que éste había fallecido a la edad de 44 años en 1864. Su abuela María Josefa García casó en segundas nupcias dos años después, con Eustaquio Alfaro Torres, natural de Cervera del Río Alhama (La Rioja) y fue éste quien realizó las funciones de padre y abuelo de ambos Alejos. Es, por tanto, muy probable, que a él esté dedicada la poesía del mosto de Lumbrales:
Yo le pido al Dios del cielo
y a la su madre bendita
que vos tenga sano, agüelo,
y Vos dé vida enfinita;
pero si Dios vos la quita,
pa endulzarme algo los males...
¡Dejaime á mi esa viñita
que da el mosto de Lumbrales!

(El mosto, 1911)

Resulta evidente que Alejo le tenía gran cariño a su “abuelo adoptivo”. No obstante lo anterior, y a pesar de no haberlo conocido no se olvida de su verdadero abuelo, fallecido tiempo atrás:
¡Oh Bogajo! Yo tu suelo,
piso con dolida planta...
(El recuerdo del Abuelo
estrangula mi garganta).
|Aquí nació! ……
……………………………….
Entré en la iglesia... De hinojos
recé lleno de ternura
con lágrimas en los ojos.
«Padre Nuestro»... !Suba al cielo
el ánima de mi Abuelo
de esta oración al final!..

(En recuerdo del Abuelo, 1917)

Vivió Alejo su infancia y adolescencia en Ciudad Rodrigo pasando, dada la relativa cercanía, grandes temporadas en casa de sus abuelos en Lumbrales, de donde le viene un profundo conocimiento de las costumbres y tradiciones no solamente de esta población, sino de toda la comarca.

Aquellas puras mañanas
de aire sano y azul cielo
en que las yuntas lozanas
iban a arar Las Merchanas,
desfilando ante mi abuelo.

Y aquellas tardes triunfales
que en mis horas de Lumbrales
miré a los mozos rumbones
con los bueyes colosales
uncir rebeldes domones.

(Evocación)

Nos habla también en muchos de sus escritos de la finca de “El Regajal” situada al norte de Bañobárez, justamente en el triángulo que forman las poblaciones de Olmedo de Camaces, Fuenteliante y Bañobárez.

Solemnes y apacibles
van entrando los viejos patriarcas.
Ellos vieron las épocas triunfales
—pretéritas y claras—
en que mi abuelo al Regajal pusiera
con noble empeño las primeras vallas.
Ellos le vieron en las noches frías
mangar solemne su anguarina parda,
y en los albores claros del estío
montar su potro. y acosar las vacas

(Los Patriarcas)

Hay constancia en los libros de matrícula que he podido consultar, que Alejo comenzó sus estudios de enseñanza secundaria como alumno externo en el Colegio que existía entonces en el Seminario Diocesano de San Cayetano de Ciudad Rodrigo. Fue solamente un año, pasando posteriormente al Instituto de Salamanca. Nos surge sin embargo una pequeña duda: ¿realizó el pequeño Alejo sus estudios primarios también en Ciudad Rodrigo? Puede ser, aunque tenemos indicio, por sus versos, de que algún año asistió a la escuela de Lumbrales. ¡Posiblemente varios años! En una de sus “peregrinaciones” -curioso nombre con el que Alejo designa a las visitas que efectúa a la comarca del Abadengo- rememora con un pastor local, condiscípulo suyo, aquellos gratos momentos:

“Yo soy aquel Ricardo que contigo en Lumbrales
tantas veces jugara a la calva y la pina;
juntos fuimos a escuela y a quemar los zarzales
que formaban vallado en alguna cortina”
¡Yo también hago coplas!....?”
Inclinó la cabeza
como ruborizado por la audaz confesión,
Y, repuesto más tarde, agregó con llaneza:
— ¡Me leía las tuyas el pobre don Ramón”
¡Don Ramón, el anciano maestro que algún día
vertiera en nuestras almas la semilla ideal
mis versos de poeta ciudadano, leía
al pastor, a mi hermano, el poeta rural!
……..
(El maestro)

¡No podía ser de otra manera! Un chiquillo que no haya vivido permanentemente en un pueblo durante largas temporadas no puede escribir cosas como las que describe Alejo. Por ellas intuimos que era un gran conocedor del campo y de todas las faenas agrícolas.
También, como es lógico y natural, igual que todos los niños y adolescentes de entonces -¡y de ahora!-, realizaban sus pequeñas “trastadas”:

¡Oh, tardes en que abrimos
un paréntesis largo en el colegio
y por valles y montes
perseguimos las cabras y moruecos,
robamos garbanceras y membrillos,
trepamos chopos y cogimos huevos
de pajarillos….

(Los tiempos varios)

Decíamos que en 1901 Alejo, tras un fugaz paso por el Colegio del Seminario de Ciudad Rodrigo, se marcha a continuar sus estudios a Salamanca. Coincide este traslado con un episodio bastante doloroso, traumático y amargo para toda la familia, debido a una serie de problemas jurídicos y financieros en que se vio envuelto su progenitor Alejo Hernández García. Era éste, como hemos indicado anteriormente, un conocido y emprendedor industrial, que había nacido en Lumbrales en 1856. Metido en el mundo empresarial y comercial fue uno de los pioneros en poner en marcha plantas o fábricas productoras de electricidad, vislumbrando unas enormes posibilidades de negocio en ese sector. Suya fue la primera que existió en Ciudad Rodrigo (1897), ubicándose a orillas del río Águeda en lo que hoy se conoce como la Fábrica de La Concha y que entonces se llamó “La Candelaria” en honor de su esposa. Pero no solo se limitó su actividad “eléctrica” a Ciudad Rodrigo, también lo hizo en la provincia de León, donde estableció, en unión de otros inversores, un salto en el Esla capaz de suministrar corriente eléctrica a una serie de poblaciones como Valencia de don Juan, Villamañán, San Millán, …. Una actividad tan emprendedora necesitaba, sin lugar a dudas, fuertes inversiones, que debía procurarse a través de créditos bancarios del Banco de España en Salamanca. Para obtener algunos de ellos, posiblemente apremiado por la necesidad, Alejo (padre) “falsificó” la firma de dos personajes de la alta sociedad mirobrigense (Luis Sánchez Arjona y Fernando Velasco). La oficina del Banco de España en Salamanca “tragó” el anzuelo y fue desembolsando el dinero a medida que iba presentando las letras. Cuando se descubrió el pastel (julio de 1901) Alejo había obtenido del Banco más de medio millón de pesetas. El revuelo que se armó fue extraordinario y más cuando se supo que estaba en paradero desconocido. Esto último no debía ser tanto, cuando Alejo fue detenido en Segovia apenas dos días después de darse la voz de alarma. Fue encarcelado durante algún tiempo, el necesario y suficiente para firmar un acuerdo con el Banco de España, por el que dejaba en manos de éste bastantes de sus posesiones a fin de garantizar con ellas el pago de la deuda. Una vez que el Banco aceptó el trato, Alejo fue acusado solamente de falsificación de letras de cambio y fue juzgado en abril de 1902 siendo… ¡absuelto! Entre las muchas fincas, que posteriormente el Banco sacó a subasta, citaré únicamente parte de las que se encontraban en Lumbrales (ponemos también a continuación el precio ofrecido, en pesetas, por los participantes en la puja y que fue aceptado por el Banco, excepto el primero):
  • Casa en la Plaza de la Constitución (12.800)
  • Casa en la calle Portugalete (475)
  • Casa con corral para ganado en la calle Fontanilla (3.410)
  • Panera en la calle Larga al sitio de la Barrera (700)
  • Huerta al sitio del Nido de la Cigüeña (1.800)
  • Prado al sitio de La Cibrera (7.115)
  • Cercado al sitio de las Merchanas (26.000)
La familia perdió en toda la comarca la mayor parte de sus propiedades. Cuando años después Alejo visite una vez más Lumbrales, no podrá menos de rememorar aquellos felices días en unos evocadores versos entre los que aparece la siguiente estrofa, en la que apreciamos claramente su resignación ante la traumática pérdida:

—¡Oh prados y dehesas
que fuisteis de mí padre y de mi abuelo,
si tenéis una mano que os trabaja,
bien estáis en la mano de otro dueño!

A este importantísimo quebranto patrimonial, que sin lugar a dudas afectó seriamente la vida familiar, se unió también la dolorosísima pérdida de su madre, Candelaria Estévez Garriga, ocurrida el 12 de Octubre de 1903. Unos meses antes, Alejo (padre) había vendido ya la fábrica de electricidad mirobrigense por más de cuarenta y cinco mil duros. La familia se está preparando para abandonar Ciudad Rodrigo. Los negocios del padre toman otros derroteros y Alejo continúa sus estudios de Bachiller en Salamanca, que culminará en Junio de 1906 con una calificación de sobresaliente. Parte de la familia en Lumbrales ha abandonado también dicha población. La abuela Josefa había fallecido en 1898 y el “abuelo” Eustaquio traslada también su residencia en 1903 hacia la capital charra donde fallece en 1911, tras haber contraído matrimonio por segunda vez.
A pesar de este alejamiento de la comarca, Alejo sigue realizando frecuentes visitas a la ciudad del Águeda, dada la permanencia en ésta de muchos de sus familiares directos, particularmente las hermanas de su madre, una de las cuales, Matilde, parece tomar las riendas de la educación del joven Alejo.

Tras finalizar el bachillerato, Alejo se traslada a Madrid, en cuya Universidad estudiará la carrera de Derecho, terminando ésta en 1913. 

Poco después de finalizar el Bachillerato, y con poco más de dieciséis años, ya empieza a ser conocido ya como escritor, por lo menos en su Ciudad Rodrigo natal. Sus primeros poemas empiezan a asomarse a las páginas de los semanarios mirobrigenses de la época. Por ejemplo en La Iberia, que el 22 de Septiembre de 1906 publica un breve poema titulado “Canción”, que Alejo ha escrito durante su estancia vacacional en Barbastro (Huesca) donde reside un hermano de su madre, el canónigo don Joaquín Estévez Garriga, que años más tarde ostentará también similar cargo en la catedral de Ciudad Rodrigo.

Durante sus estudios universitarios en Madrid, Alejo continúa visitando regularmente Ciudad Rodrigo al tiempo que sigue colaborando con diversas publicaciones de dicha ciudad que acogen con deleite y admiración sus poemas. Es el caso de la citada “Iberia”, así como también “Avante”, “La Ciudad”, “A.C.”, …. Aunque no todo fueron elogios. También tiene sus detractores. Así lo deja entrever en una nota publicada al final del poema “El Alboroque” publicado en “A.C.” el 16 de Abril de 1914: “Aunque se molesten los improvisados críticos que atacan sañudamente a los que escribimos en lenguaje popular, seguiremos publicando nuestras poesías ‘Salmantinas’ porque si ellos nos atacan encubiertos, otros nos felicitan y alientan

Yo soy el fuerte, el denegrido
hijo de pardos trigales llanos
que canta el mundo donde ha nacido
entre poetas y entre aldeanos…”

A pesar de terminar la carrera de Derecho, no parece que ejerciese mucho de abogado, por lo menos en una primera época. Su gran pasión fue la poesía y un modo óptimo de poder cultivarla fue dedicarse al periodismo. Sus aportaciones a la prensa escrita en forma de poemas fueron constantes a lo largo de los años comprendidos entre 1906 y 1932. Muchas de ellas se publicaron en los ya reseñados semanarios mirobrigenses y en otros de nueva aparición como “El Eco del Águeda” y “La nueva Iberia”. También datan de esos primeros años sus traducciones de algunas obras de poetas alemanes como Uhland y Heine.

En 1918 se instala durante algunos meses en Ciudad Rodrigo, con el que ya entonces era su gran amigo el diseñador gráfico y pintor Mario Rivadulla. Lo sabemos porque un anuncio publicado en “Avante” nos indica que Alejo Hernández se dedicaba por aquellos días a “comprar cuadros, libros viejos, colchas, ….” ¿Con qué motivo? Lo ignoramos. Durante ese tiempo reciben la visita de otro amigo Miguel Argiz, que publica en Avante un pequeño artículo titulado “Notas de Arte”:
Pocas, pero agradables, han sido las horas que pasé en Ciudad Rodrigo. Las suficientes para ver las tallas del coro Catedral y visitar el estudio de mis amigos Mario Rivadulla y Alejo Hernández. Del coro pienso ocuparme con mayor detenimiento; del estudio de mis amigos solo puedo encarecer el rico arsenal de antigüedades con que lo adornan y un retrato del poeta charro, vistiendo el traje regional donde Mario Rivadulla ha derrochado el “tesoro de color” que le profetizaba nuestro común maestro Muñoz Degrain cuando empezó su brillante carrera vistiendo aun el pantalón corto de los niños…

Además de ser un buen poeta, Alejo es también un excelente prosista. Resulta maravilloso su artículo titulado El Viejo Tamborilero, publicado ya en nuestro blog. No menos interesante resulta un pequeño cuento "La faneguita" ambientado también en nuestra comarca (Lumbrales y Bermellar) y publicado también en Avante, precisamente en esa época en que Rivadulla y Alejo han montado un estudio con vistas a la vega del río Águeda en la Puerta De Santiago de la villa mirobrigense.

Más o menos hasta el comienzo de la República, Alejo es redactor o colaborador de diversos periódicos como "El Orzán" de La Coruña, la Revista Popular de Córdoba, la Correspondencia Militar, el Heraldo de Madrid, ….

En la Correspondencia Militar se ocupa, por ejemplo, de escribir en verso una sección diaria publicada en primera página y titulada Sonatinas de Ocasión, que trata, a veces en forma humorística, cuestiones de actualidad o de cualquier otra índole, como por ejemplo la que dedicó en 1927 a “ La mamá política”:.

………….
¡Veladas!... ¡Dulces veladas
cambiando el naipe sencillo
entre buenos camaradas!
Dulces, sí; pero amargadas
por la suegra en el pasillo
Fino sabueso, conoce
vuestra silueta en la sombra
y os da el ¡alerta! a las doce
de la noche, al oír el roce
de vuestros pies en la alfombra.
Y en la primera ocasión
(día siguiente, al comer)
se da el bárbaro placer
de decir con distracción:
"¿A qué hora viniste ayer?"
………….

Más no siempre asoma el buen humor a esa columna diaria. En ocasiones sus versos nos muestran también penas y tristezas, como la dedicada al tío Donís, cuyo hijo murió luchando en las guerras de Marruecos:

El tío Donis tenía un hijo
que en el pueblo era un güen mozo
un año le cayó en quintas
y fue a la guerra del Moro.

¡El pobre del tío Donis!...
Ahora que está viejo y solo
tie que agarrar la mancera
dimpués de uñir los gües rojos.
.......

En el Heraldo de Madrid escribe algunos grandes reportajes, que cubrirían las dos páginas centrales del rotativo. Destacan, por ejemplo, “La nacionalización de la ópera y la ópera española” (Dic 1929) y “Nuestro patrimonio artístico y el arte de los entalladores” (Oct. 1929). Precisamente este último lo apoya con un poema dedicado al maestro Rodrigo Alemán, autor de la majestuosa sillería del coro de la catedral civitatense:
¡Maestro portentoso, buen Rodrigo Alemán,
padre mío en el Arte, consejero y amigo!
Tus tallas peregrinas, placer y honra me dan,
pues yo, lo mismo que ellas, nací en Ciudad Rodrigo.

Como habréis adivinado en el artículo se habla entre otras cosas de ese maravilloso coro de la catedral mirobrigense.

En mi búsqueda a través de internet encontré un libro suyo titulado “Poemas Libertinos”. El libro estaba publicado en 1932. Tenía dos opciones para hacerme con él. Una, solicitar a la Biblioteca Nacional la reproducción mediante fotocopias –se puede hacer siempre que el libro no esté en el mercado- y dos, comprarlo a la librería francesa que lo ponía a la venta. Al final me decanté por esta última, que fue la más rápida y la más económica y que me permitió hacerme con el original del libro. Y todo ello en ¡un par de días! (¡Maravilloso Internet para aquellos que vivimos en estos apartados rincones de la Tierra Charra!)

Cualquiera que repare solamente en el título del libro, podría pensar …, pero veamos lo que nos dice el propio Alejo en la Introducción:

Antes de dar este libro a la estampa, hemos pensado mucho sobre la conveniencia e inconveniencia de ello. No se nos ocupa que algunos españoles han de recibirlo con indignados aspavientos, encastillados en una tradición pseudomoral con no escasos rebozos de hipocresía, pero no es menos cierto que también muchos españoles más cultos, más libres de prejuicios y con un sentido más helénico del Arte y de la vida, lo recibirán con regocijo, no por el valor intrínseco de la obra (que es bien escaso) sino por la nueva orientación noble y libre que señala, por el paganismo que reverdece,….


En la primera composición que aparece en el libro y que titula “Yo” nos va mostrando, grosso modo, su forma de ser y actuar:
…..
Leo todas las noches un trozo del Quijote;
sé cincelar el verso lo mismo que la prosa
y desprecio al torero igual que al sacerdote.
…..
Amo los voladores corceles, el buen vino,
los naipes y el encanto de las bellas mujeres,…

En los dos últimos versos de este poema nos indica que ha sido “padre de un ángel”. ¡Esto me descolocó un poquillo en mis investigaciones!, porque en la partida de bautismo de Alejo existía una nota marginal en la que constaba que se había casado canónicamente en la parroquia de San Juan de la Cruz de Madrid con Marta Rivadulla Méndez en febrero de 1957. Y este libro había sido publicado en 1932. Así que, podría estar hablando en forma metafórica o podría haber tenido el hijo con otra mujer anterior. La sorpresa llegó en forma de nuevos hallazgos en los que descubrí que esa referencia podría apuntar a uno de sus hijos que aún vive y que se llama Virgilio Hernández Rivadulla –un famoso periodista de “Marca", ya jubilado- , nacido en 1921, lo cual nos indicaría que Alejo y Marta (posiblemente familia de su amigo Mario Rivadulla) llevaban conviviendo más de treinta años antes de contraer matrimonio “canónico”.¡Una situación bastante "avanzadilla" para aquella época!

Tras la Guerra Civil desaparece prácticamente de los periódicos. No se vuelve a encontrar ninguna publicación suya en la prensa escrita, o por lo menos yo no la he encontrado. Parece haber sido tragado por la Tierra como si hubiese sido condenado al ostracismo y la marginación. ¿Sus ideas políticas? ¿Sus escritos no eran del gusto de los censores? En una de las primeras páginas del libro “Poemas libertinos” aparece una relación de sus obras publicadas hasta esa fecha, que transcribo a continuación:
NOVELAS:
• Lulú, personal y ambigua
• La novicia amó al torero… y a la miss
• Gozadoras del dolor
• El Chulo del Kholonial
• La República Imposible


EN VERSO
• Poemas libertinos
• Farsa de estudiantina (Poema de la clásica vida escolar española)


TRADUCCIONES
• Poesías alemanas de Ludwig Uhland
• La lágrima de Guerra Junqueiro
• Luz de Oriente de Alejo Komiakoff


PRÓXIMAS A PUBLICARSE
• Baladas de Castilla (Poesías)
• Canciones rurales (Poesías)
• Canciones de burguesía (Poesías)

¡Cualquier censor de la época franquista no necesitaría más que leer el título de algunas de los libros para ponerle la “crucecita” y relegar al autor y a sus composiciones al olvido y a la desaparición! Eso llevó, probablemente, a que nos quedásemos sin poder ver editadas esas obras “próximas a publicarse” aunque también cabe la posibilidad de que esa retirada fuese totalmente voluntaria. Desgraciadamente no se pudo cumplir lo que auguraba el crítico de “El Sol” el 3 de Septiembre de 1932:
“En Poemas Libertinos, alienta un alto poeta. Basta la lectura de sus páginas, …., para convercernos prontamente. En otros empeños, la musa de Alejo Hernández, acreditará y ratificará sus admirables realidades.”
Con toda probabilidad y tras su “defenestración periodística” Alejo se dedicó a su profesión de abogado. Sabemos que entre sus clientes se contaban los herederos de Gustavo Adolfo Bécquer. Quizás esta relación cercana con la familia del poeta sevillano y su conocimiento de la obra de Heine, parte de la cual llegó a publicar en el semanario “Avante” de Ciudad Rodrigo, le llevó a escribir un ensayo publicado en 1946 y titulado “Becquer y Heine” cuya referencia podéis encontrar en el blog de Celestino Miguel de Lumbrales titulado “El cuento que no es cuento”.

Falleció Alejo el 18 de Junio de 1972. Así recogía la “Hoja del Lunes” la noticia de su muerte:
Tras penosa enfermedad, llevada con resignación cristiana, ha fallecido ayer en la Ciudad Sanitaria Francisco Franco, don Alejo Hernández Estévez, abogado y periodista, a los ochenta y tres años de edad. Era padre de nuestro entrañable compañero en las tareas informativas del diario "Marca" don Virgilio Hernández Rivadulla, a quien testimoniamos nuestro sentido pésame, así como a su hermano Astolfo….
Seis años antes había fallecido Marta Rivadulla Méndez., su esposa.

¡Vaya desde estas páginas nuestro reconocimiento personal para un hombre de esta comarca que sintió y amó profundamente nuestra Tierra Charra, sus gentes y sus costumbres! Es posible que su obra no tenga la calidad necesaria para entrar en la élite de los poetas contemporáneos, pero para todos los que amamos esta tierra tiene un incalculable valor. Bueno sería que desde instancias superiores –estoy pensando en los Ayuntamientos de Lumbrales y Ciudad Rodrigo, la Diputación de Salamanca,... - se impulsase una labor de recogida y catalogación de sus poemas para publicarlos y darlos a conocer al gran público. ¡Sería realmente maravilloso!.


Manuel S. Calderero Sánchez
Villavieja de Yeltes, 2 de Julio de 2011.

2 de julio de 2011

Pétalos de rosa con gotitas de agua


Imagen en la que observamos una pequeña parte de una rosa tras un chubasco tormentoso a mediados del mes de mayo del presente año.

1 de julio de 2011

Dulces del bautizo real

Dibujo de "La Ilustración Española y Americana" - 22 de mayo de 1907

Hasta Lumbrales llegaron el día 15 del mes de mayo del año 1907 unos dulces regalo de los Reyes. Pero no de los Reyes Magos, sino de los Reyes de España de entonces, don Alfonso XIII y doña Victoria Eugenia. Ocurrió con motivo del bautizo del que seria el primero de los hijos de la pareja real y por tanto príncipe de Asturias. Lo recogía "El Heraldo de Madrid" en su edición del día 18 de mayo de 1907 en estos términos:

Dulces del bautizo.
Los niños Luisito y Carmencita, hijos de D. Vicente García, vecino de Lumbrales (Sa-lamanca), felicitaron telegráficamente a S. M. la Reina por el feliz nacimiento de su augusto hijo. Pedían los dos niños que se diera un beso al recién nacido, y además un dulce del bautizo.
Nos comunica dicho señor que hoy ha sido agradablemente sorprendido al recibir del alcalde de aquel pueblo un paquete conteniendo caramelos. Coincidiendo ser aquel día el primero de la feria que allí se celebra, fueron repartidos los dulces por la noche en el teatro por los dos niños por lo que la mayor parte de los vecinos del pueblo y forasteros que asistían disfrutaron del galante y regio obsequio, repitiendo su felicitación.