19 de septiembre de 2010

Dos años y tres hierbas

Desde antiguo las Ferias y Fiestas de Septiembre en la ciudad de Salamanca han supuesto un enorme atractivo para el resto de los habitantes de la provincia. Después de un arduo verano trabajando en las faenas de recolección muchos agricultores y ganaderos esperaban como "agua de mayo" estas fiestas. De hecho, la Compañía del Ferrocarril de Salamanca a la Frontera Portuguesa solía establecer precios muy rebajados en sus billetes hacia la capital charra. Uno de los grandes atractivos de las fiestas, ¡qué duda cabe!, eran las corridas de toros. La norma habitual a finales del siglo XIX y comienzos del XX era celebrar cuatro corridas los días 11, 12, 13 y 14 de Septiembre y luego, la de San Mateo, el día 21. En aquellos tiempos, los difíciles desplazamientos de las cuadrillas "obligaban" generalmente a toreros y empresas a contratar varias corridas seguidas en un mismo lugar. En el año 1897, "Guerrita" y "Bombita" fueron los encargados de lidiar los seis toros de cada uno de los tres primeros festejos regulares de la Feria. Pero además ese año se programó para el cuarto festejo taurino una novillada con reses de Eloy Lamamié de Clairac, vecino de Muchachos (Ledesma). Tenía bastante éxito en aquella época el organizar festejos con cuadrillas de toreros en edad infantil y en Salamanca, tierra taurina por excelencia no podía faltar una de éstas.  Se intentó en primer lugar que actuasen las "Señoritas Toreras" y los "Niños cordobeses". Luego los encargados de la lidia iban a ser los "Niños barceloneses" -si, si, han leido ustedes bien, barceloneses- y como no pudo ser al final se encargarían los "Niños sevillanos". A la capital salmantina se desplazó esa cuadrilla formada para la ocasión por Manuel García "Revertito" y Antonio Arias "Reondo". Parafraseando a Julio César podriamos decir aquello de "Vinieron, vieron y ... ¡no torearon!" ¡Cuestión de años y hierbas! Veamos como lo contaba "El Fomento de Salamanca", diario de la tarde en su edición del martes 14 de Septiembre de 1897:


SUSPENSIÓN DE LA CORRIDA

No ha podido verificarse la de seis toros utreros de la ganadería del señor Clairac por los Niños Sevillanos, anunciada para esta tarde

Parece que la cuadrilla fundándose en que los toros en lugar de dos años y tres hierbas, como estaba convenido, eran de tres y cuatro, respectivamente, se negó rotundamente a trabajar.

La Empresa fijó carteles anunciando que por causas independientes a su voluntad no podia verificarse la fiesta y que por lo tanto en la taquilla se devolvería el importe a los que hubieren tomado localidades ó entradas

Creemos, con una buena parte del publico, que no debió esperarse á la una y media de la tarde a suspender la función, pues esta mañana, al acercarse el apartado, pudo verse perfectamente si los toros eran grandes.

Los perjuicios para la cuidad han sido de consideración pues muchas personas que tenian el propósito de permanecer en Salamanca todo el dia de hoy y parte del de mañana, se han largado más que a paso.

Los trenes da esta tarde han salido repletos de viajeros, muchos de los cuales no se cansaban de lamentar el no haberse marchado anoche ó esta mañana.
Nos podemos imaginar la desilusión y el "cabreo" de los muchos aficionados de la provincia que deseaban ver el espectáculo. ¡En fin...! Los novillos charros debieron parecerles a los niños sevillanos bastante grandotes y peligrosillos. ¡Y lo mismo, tenían razón! De todas las formas ninguno -que sepamos- llegó a ser una gran figura en esto del toreo. Del segundo no he encontrado ni rastro. En cuanto al primero Manuel García, "Revertito" entonces y más tarde "Reverte", natural de Alcalá del Río, sobrino del gran "Reverte" (Antonio Jiménez) y que no era ya tan niño pues contaba 17 años, llegó a ser matador de toros tomando la alternativa el 2 de julio de 1905, en La Línea de la Concepción (Cádiz).