30 de mayo de 2009

LAPISSE COMIENZA A MOVERSE

Durante mes y medio aproximadamente la división Lapisse ha ocupado los alrededores de Zamora y Salamanca esperando acontecimientos. Según el plan de Napoleón debería de penetrar en Portugal por la zona de Ciudad Rodrigo a fin de apoyar la invasión que desde Galicia realizase el mariscal Soult y la que debería efectuar simultáneamente el mariscal Victor desde Extremadura. El ataque desde Galicia a Portugal se lleva a cabo con bastante retraso sobre las previsiones iniciales. Además aparece un problema que para los franceses se va a volver fundamental y es la falta de comunicaciones entre los diferentes ejércitos, cortadas por los guerrilleros o los restos de las unidades del ejército regular español (general La Romana).


Esa falta de noticias sobre lo que ocurre en Portugal va a afectar a los movimientos de Lapisse en Salamanca. Ya a comienzos de Febrero el mariscal Victor, situado en Toledo le pide al rey José que le transmita al duque de Istria, el mariscal Bessieres que está en Valladolid, “la orden formal de enviar la división Lapisse y la brigada de caballería del general Maupetit a Alcántara, con el itinerario de la marcha de esas tropas y el aviso expreso de no hacer ningún cambio, así yo podría contar con ellas…” (1)

No obstante, el rey José, al que Napoleón ha entregado la corona de España, se resiste a dar esa orden esperando lo máximo posible a ver si se tienen noticias del ejército de Soult.
A finales de Febrero el general Lapisse se prepara para seguir el plan de Napoleón. En consecuencia procede a trasladar el grueso de la división hacia Salamanca. Así, según relata Villar y Macías, “el 22 del mismo mes [Febrero] entraron otros cuatrocientos infantes y al día siguiente cuatro mil, con diez y ocho cañones y el 24 otros cuatro mil”.(2)

Parte de los efectivos de la división son estacionados también en Ledesma. Así se desprende de una carta interceptada a primeros de Marzo por las partidas españolas que operan en la zona. La misiva se la envía el general de la caballería Maupetit al coronel del regimiento del mismo arma que se encuentra de guarnición en la mencionada población de Ledesma. Dice así:(3)

Salamanca, 8 de Marzo de 1809
Mi estimado coronel:
Informo a usted que está convenido con el Sr General de división Lapisse que haya en Ledesma un cuerpo permanente de dos batallones de Infantería con el regimiento de usted.
Hará salir [usted] de ese punto un reconocimiento de 40 ó 50 hombres o más, si lo creyese conveniente para procurar abrir la comunicación con el mariscal Soult y tener noticias de Portugal. Hará apoyar y acompañar usted dichos reconocimientos con 200 o 300 hombres de infantería, o más si lo creyese usted necesario a fin de no comprometer su caballería. Tendrá cuidado de hacer desarmar el país y esparcirá [las] proclamas…
El general comandante de la Caballeria
Maupetit

Como se ve por el contenido de la carta, la comunicación con el ejército francés que opera en Portugal sigue siendo la prioridad absoluta para Lapisse. Necesita saber dónde está y que hace el mariscal Soult para obrar en consecuencia., es decir, seguir o no seguir el plan de Napoleón.

Y si los franceses avanzan líneas, los españoles y portugueses también. La Junta de Ciudad Rodrigo, que se convertiría poco después en la Junta Superior de Castilla la Vieja, comunica a la Central establecida por entonces en Sevilla: “aquí se redobla continuamente la vigilancia y se ha colocado un Batallón de Voluntarios de Ávila en el camino de Salamanca [Sancti Spiritus] para obrar según las circunstancias y cuatro compañías, dos de este cuerpo [Voluntarios de Ávila] y dos de Voluntarios de esta plaza [Ciudad Rodrigo] en San Felices de los Gallegos con el fin de proteger aquel punto y pueblos inmediatos de la Ribera del Duero contra las excursiones que por ellos hacen los caballos franceses….(4)”

También en Villavieja se sitúa una partida avanzada, probablemente de menor importancia que los dos anteriores. En el informe de Don Miguel Ramón Modet que hemos citado anteriormente el comisionado hace especial mención del “corregidor [de Cuellar] Don Manuel Antonio Gómez, que con su hermano don Juan, capitán del tercio de Cuéllar, pasó al partido de Ledesma de donde sacó 69 mozos que, aunque perseguido por el enemigo, presentó en Ciudad Rodrigo, a más de otros quince entregados a don Carlos Garcimartín comandante de la partida avanzada de Villavieja” El mencionado comisionado había comprado dos caballos para sus desplazamientos y los de su ayudante, que posteriormente entregó “uno en Ciudad Rodrigo y el otro al citado Carlos Garcimartín”.

La carta a la que aludíamos en párrafos anteriores está fechada el día 8 de Marzo y fue interceptada por los españoles, así que lo más probable es que Maupetit tuviese que mandar un duplicado de la misma al día siguiente, con lo que podemos suponer en buena lógica que las indicaciones dadas en la carta no llegaron a Ledesma hasta el día 9 ó 10 de Marzo. Y de ahí podríamos deducir también que lo primero que hizo el coronel de las fuerzas de caballería situadas en Ledesma fue mandar ese reconocimiento hacia Portugal. Una de las posibles rutas podría ser la mostrada en la figura siguiente, si tenemos en cuenta además que en Vitigudino tenían los franceses un puesto avanzado. El itinerario ha sido dibujado sobre la base de un mapa actual pero siguiendo el trazado de los caminos y poblaciones que aparecen en el mapa del geógrafo Tomás López que era el utilizado por el ejército francés, a pesar de bien pronto descubrieron que presentaba numerosos errores. Esta expedición francesa es, casi con toda probabilidad, la que dará lugar a lo que podríamos denominar como la “acción de San Leonardo” y que relataremos en un próximo capítulo.



(1) “Memoires et correspondance politique et militaire du roi Joseph”, Paris, 1854. Tomo VI, pág. 45
(2) “Historia de Salamanca”, Villar y Macías, Tomo III, Libro IX, pág. 266
(3) Archivo Histórico Nacional, Estado, leg. 65 G, 256
(4) A.H.N., Estado, leg. 65 G, 259